La «guerrera» del magnate Trump abandona su cargo

CARLOS PÉREZ CRUZ WASHINGTON / E. LA VOZ

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KEVIN LAMARQUE | Reuters

Sarah Sanders, de 36 años, anunció que deja ser portavoz de la Casa Blanca para pasar más tiempo con su familia

14 jun 2019 . Actualizado a las 20:35 h.

Se irá a finales de mes, pero la sala de prensa de la Casa Blanca no la ve detrás del atril desde el 11 de marzo. La portavoz del presidente, Sarah Sanders, de 36 años, anunció que dejará el cargo para pasar más tiempo con su familia.

Donald Trump, que informó de la renuncia a través de Twitter, la animó a que se presente a gobernadora de Arkansas, su estado natal y donde el padre de Sanders, Mike Huckabee, asumió ese cargo durante once años. «Hace tiempo que aprendí a que nunca hay que descartar nada», reaccionó la aludida. Trump definió a Sanders como una «guerrera», «dura» pero «de gran corazón», con la que dijo haber «pasado por muchas cosas juntos» y a la que besó en un costado de su cabeza en un acto en la Casa Blanca que sirvió como anticipo de la despedida.

Emocionada, además de subrayar «el gran honor» que para ella ha significado este puesto, respondió con palabras de elogio a Donald Trump, de quien alabó que «ha conseguido muchísimas cosas en estos dos años y medio» de gobierno. «Amo cada minuto [vivido aquí], incluso los minutos difíciles», aseguró, para añadir que seguirá siendo una «leal y declarada seguidora del presidente y de su agenda».

Sarah Sanders asumió la portavocía en julio del 2017, después de sustituir a Sean Spicer, que pasará a la historia por su aseveración de que el público de la ceremonia en que Donald Trump accedió a la Casa Blanca había sido «el mayor que haya asistido nunca a una toma de posesión. Y punto» (las imágenes le desmentían). Un preludio de «verdades alternativas» de la Administración Trump antes de que Sanders asumiera el incómodo rol de defender algunas de las declaraciones y acciones más polémicas de su jefe.

Se metió tanto en el papel que tuvo que confesarle al fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, que llegó a mentir en la sala de prensa, tal y como recoge su informe. Ante los medios, Sanders intentó matizar su propia confesión. Todo por hacer buena la teoría de las «fake news» de Donald Trump, el presidente que no necesita portavoz. Tiene Twitter.