La osa polar que ha recorrido cientos de kilómetros en busca de comida

LA VOZ REDACCION

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El cambio climático y el deshielo siguen dejándonos imágenes nunca vistas como la de este animal vagando por la ciudad industrial de Norilsk, en el Ártico Ruso

02 jul 2019 . Actualizado a las 18:55 h.

Agotada deambula por las calles de Norlisk. Para llegar hasta esta ciudad rusa del norte de Siberia la osa polar ha recorrido cientos de kilómetros. El deshielo que provoca el cambio climático obliga a los osos a huir para encontrar algo que llevarse a la boca y se la encontrado en un vertedero. Su presencia ha despertado una gran expectación porque desde hace más de 40 años los vecinos no veían a un animal de su especie. Un grupo de veterinarios le hará  un examen para evaluar su estado de salud. Probablemente tenga que pasar unos cuantos días en un zoo de Rusia hasta que coja fuerzas y pueda ser devuelta a su hábitat natural.

Las incursiones de oso polares que buscan comida son cada vez más frecuentes en el norte de Rusia, a medida que su hábitat y su alimentación se deterioran como consecuencia del cambio climático y del deshielo. Los expertos explican que los plantígrados se alimentan de focas y para cazarlas necesitan del hielo. El calentamiento global está empujando a los osos a tierra firme. 

En febrero, las recurrentes visitas de decenas de osos polares a Belushya Guba, en el remoto archipiélago de Nueva Zembla, obligó entonces a los responsables locales declarar el estado de emergencia en la zona. Las imágenes difundidas entonces mostraron a los plantígrados devorando con avidez los restos de basura acumulados en un vertedero local.

Los osos en el mar de Barents ven una rápida reducción del hielo. Según la entidad Polar Bears International, esa especie ha perdido 20 semanas de hielo al año en las últimas décadas.

«La observación del hielo muestra que previamente el hielo cerca de Beluchia Guba se formaba en diciembre», explicó Ilya Mordvintsev, del Instituto Severtsov en Moscú, y que participó de los equipos de ayuda a la aldea «invadida» por los osos.

«Durante miles de años, los osos migraron en esta época del año para cazar focas. Este año, sin embargo, llegaron a la costa y no había hielo», añadió.

Desde que las decenas de osos recorrieron las calles de la aldea de Beluchia Guba, el hielo ya volvió a formarse y los animales retornaron a su hábitat natural para cazar.

«Pero es imposible descartar que esta situación vuelva a repetirse en el futuro», apuntó Mordvintsev.