El pulso Sánchez-Iglesias tensa la cuerda

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Jesús Hellín | Europa Press

Los expertos creen que el socialista ganará la partida, logrará la investidura con apoyos similares a los de la moción de censura y, por tanto, no habrá repetición electoral

23 jun 2019 . Actualizado a las 08:42 h.

El pulso que mantienen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias está tensando la cuerda y poniendo en riesgo la investidura. El desencuentro ahora mismo es total, ya que el líder socialista solo ofrece a la formación morada puestos de segundo nivel en la Administración pública, pero no los ministerios que reclama. Aunque PP y Ciudadanos han descartado de forma rotunda abstenerse, Sánchez insiste en pedir que lo hagan en una estrategia política para justificar que tenga que recurrir a ERC o para culparlos ante la opinión pública si, finalmente, convoca nuevas elecciones. ¿Quién ganará el pulso, Sánchez o Iglesias? Los politólogos consultados por La Voz creen que el socialista logrará la investidura y ven muy poco probable que haya Gobierno de coalición. 

¿En qué se sustanciará la propuesta de «gobierno de cooperación» de Sánchez a Iglesias?

Como señala Astrid Barrio, profesora de la Universidad de Valencia, «es un concepto desconocido, así que es difícil interpretar qué quiere decir». En su opinión, se refiere a «acordar un programa y a que Podemos pueda participar en áreas de gobierno, pero sin hacerse cargo de carteras ministeriales, por lo que no sería propiamente un gobierno de coalición». «En principio es un arma dialéctica para rebajar las pretensiones iniciales de Unidas Podemos», explica Carlos Barrera. «Puede tomar diversas formas, pero suena a que haya acuerdos programáticos de legislatura e inclusión en el Gobierno de personas que, no siendo de Unidas Podemos, sean digeribles para ellos», señala el profesor de Medios de Comunicación y Política en la España Reciente de la Universidad de Navarra.

Elena García-Guereta destaca que los dos partidos interpretan esa fórmula de manera diferente. «El que propone el PSOE parece consistir en un Gobierno para el que se pactan determinadas políticas y en el que el socio minoritario solo participaría con integrantes de segundo nivel (secretarios de Estado) o inferiores y/o acordando el nombramiento de algunos ministros independientes», explica. «El que pretende Podemos es un gobierno de coalición, con un reparto de ministerios proporcional a los votos alcanzados», añade la profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid.

Para el politólogo y director de campañas electorales Santiago Martínez, «en la inclusión de ministros y secretarios de Estado independientes elegidos por ambos partidos, reparto de altos cargos con designación directa por parte de Podemos y la firma de un documento de programa de gobierno común»..

¿Habrá un gobierno de coalición con ministros de Unidas Podemos?

«No lo creo factible, puesto que el gobierno de cooperación pretende evitar eso, y Podemos no puede permitirse ser culpable de una repetición electoral que le pasaría factura y reforzaría a Sánchez», afirma Martínez. «Hasta ahora no parece que Sánchez tenga intención», responde Barrio. «No parece que sea la idea que tienen en mente los socialistas», coincide Barrera. «Yo creo que no, creo que habrá un gobierno acordado o pactado con Podemos, pero no una coalición al uso», pronostica Guereta. «Hasta este momento el PSOE parece preferir cualquier opción a una coalición que, además, no le basta para la investidura de Sánchez ni le otorga estabilidad a la legislatura», añade. 

¿Qué posibilidades hay de repetición electoral?

«Muy escasas, ya que todos los partidos tienen mucho que perder, y especialmente Podemos no puede volver a repetir el mismo error de permitir la repetición de elecciones que finalmente posibilitó a Rajoy continuar en el poder en el 2016», sostiene Martínez. «Suena más a amenaza de los socialistas para forzar las negociaciones con otros grupos que a posibilidad real», dice Barrera.

«Creo que es posible que Pedro Sánchez no consiga la investidura en primera votación, pero la repetición de elecciones generales en el 2019 es poco probable: perjudicaría esencialmente a los partidos menores, y reforzaría tanto al PSOE como al PP, pero no está claro que fuese a producir una situación más fácil para que gobierne el PSOE», afirma García- Guereta. «No es una posibilidad remota», discrepa Barrio. «Si Podemos persiste en la voluntad de entrar en el Gobierno y Ciudadanos mantiene su negativa a cooperar no es descartable», añade. 

¿Con qué partidos pactará Sánchez la investidura?

«Con los mismos que en la moción de Rajoy, que le permitió llegar al poder y no le ha perjudicado electoralmente, sino todo lo contrario», afirma Martínez. «A priori con Podemos y con nacionalistas, y buscará la abstención de algunos independentistas como ERC, que ha dado señales de estar dispuesta a ello», asegura Barrio, especialista en partidos, comportamiento político y nacionalismo.

«Creo que pactará con todos aquellos cuyos votos necesite, sin excluir a ninguno», sostiene García-Guereta. «De hecho, el PSOE ya ha pedido su voto o su abstención a casi todas las fuerzas parlamentarias, otra cosa es que es muy posible que esa búsqueda de apoyos sea discreta, y que ni las negociaciones ni lo finalmente acordado lleguen a la opinión pública, salvo en lo que respecta a Podemos, que sí necesitará hacer públicos sus logros, y poner en valor lo conseguido», explica. «Lo más lógico sería un gobierno monocolor en minoría y buscar apoyos parlamentarios externos, según los temas que trate de sacar adelante, entre los cuales podría estar Cs», afirma Barrera. 

¿Los pactos municipales dificultan la investidura de Sánchez?

«Sí, porque no siempre han funcionado a favor de los intereses socialistas», señala Barrera. « No obstante, son heridas que puedan restañarse en las negociaciones para la investidura de Sánchez, en la que están en juego otros objetivos de alcance distinto», concluye. «Sin duda, este era un escenario que en su momento advertimos que, pese a un previsible crecimiento en diputados del PSOE, la multiplicidad de escenarios de negociación, generales, autonómicas y municipales podría suponerle algún problema», mantiene Martínez. «Los pactos municipales ya se han cerrado y los autonómicos están ya muy próximos, de modo que al final su interferencia o influencia no parece que vaya a ser tanta», sostiene García-Guereta, experta en partidos, elecciones y comportamiento electoral. «Son demasiado plurales y variados como para condicionarla», afirma Barrio.