Un juez niega la custodia compartida de un perro por considerarla perjudicial para el animal

la voz REDACCIÓN

ACTUALIDAD

La mascota se mostró en el juicio nerviosa y temerosa con su antiguo dueño

26 jun 2019 . Actualizado a las 08:10 h.

La titular del juzgado de primera instancia número 4 de Murcia ha desestimado la demanda interpuesta por un hombre que quería ser declarado copropietario del perro de su expareja, y disfrutar de la custodia compartida de la mascota de la joven, con la que mantuvo una relación de convivencia de dos años.

Para tomar esta decisión la juez se basó en el análisis de varias pruebas, entre las que se incluyen las facturas del veterinario y el testimonio del profesional. Según declaró el veterinario, el perro, llamado Indie, fue adoptado en el 2015 través de una asociación granadina de defensa de los animales. El animal es propiedad de la demandada, Carmen Daniela, de forma exclusiva y sufre episodios de estrés por separación si la alejan de ella. 

Además, el demandante vive ahora en Ibiza, lo que supone que, para disfrutar de la custodia compartida el animal debería desplazarse hasta allí en avión de forma periódica, lo que le obligaría a ser sedado e introducido en una jaula. Pero la prueba concluyente en el juicio fue aportada por el propio perro. La jueza concluyó que el animal no tiene afecto por su antiguo dueño tras observar su comportamiento como testigo durante el juicio. En la sala, Indie se mostró temeroso y nervioso en presencia del demandante, al que no veía desde hace años, mientras que parecía cariñoso y tranquilo con su dueña. 

El Tribunal Superior de Justicia de Murcia concluyó que no existe copropiedad del animal, y de esta forma no tiene sentido que se establezca lo que llaman un «uso o disfrute alternativo del bien», que nunca sería «un régimen de custodia exclusiva o compartida, al venir referida esta terminología a los hijos menores de edad, implicados en un proceso de familia, entablado por cualquiera de sus progenitores», aclara la resolución.

ANTECEDENTES DEL LITIGIO

Entre los argumentos utilizados por el hombre para solicitar la custodia compartida se incluye el hecho de que la mascota se adoptase durante la etapa de convivencia de la pareja. La hermana de la joven, no obstante, aclaró que la idea de tener un perro había sido de la mujer, aunque es cierto que hubo un formulario de preadopción cubierto por ambos, en el que se detallaban las circustancias favorables para la adopción, y que durante nueve meses ambos convivieron con el perro y se hicieron cargo de los gastos.

El futuro de Indie se comenzó a discutir tras la ruptura de la pareja, en el 2017. En principio ambos mantuvieron un acuerdo sobre la custodia, porque residían en Granada y no suponía ningún problema. Pero cuando Daniela se mudó a Murcia empezaron los problemas. La relación se deterioró y ella llegó a bloquear a su ex porque, asegura, le enviaba mensajes coercitivos.