Trump asegura que cuida a los menores migrantes «mucho mejor que Obama»

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

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Una familia de migrantes cruza las aguas del río Bravo para alcanzar la frontera de Estados Unidos
Una familia de migrantes cruza las aguas del río Bravo para alcanzar la frontera de Estados Unidos Jose Luis Gonzalez

El presidente no se responsabiliza de la falta de higiene en los centros de detención

27 jun 2019 . Actualizado a las 07:55 h.

Estados Unidos ya tiene a su propio Aylan, pero la insoportable imagen de un padre salvadoreño y su hija de un año y once meses ahogados en el río Bravo no parece agrietar el muro emocional de Donald Trump. Con la foto de los cuerpos sin vida de Óscar y Valeria en algunas portadas del país, las primeras reacciones del presidente sobre la cuestión migratoria fueron para embestir una vez más en Twitter contra los demócratas porque «no harán nada en absoluto para [solucionar] la seguridad fronteriza». Quizá no era el día más indicado, pero insistió en su retórica alarmista y racista al volver a vincular inmigración con criminalidad.

La fotografía que con más precisión ha retratado las consecuencias de las medidas antiinmigratorias de esta Administración, no ha causado por el momento un gran revuelo político. Entre quienes sí se manifestaron, Beto O’Rourke y Julián Castro, precandidatos demócratas a la presidencia. Castro pidió «un sistema migratorio más sensible y compasivo» y O’Rourke no dudó en señalar que «Trump es responsable de estas muertes».

Más impacto parece haber tenido la denuncia de un grupo de abogados ante la situación de insalubridad en un centro de detención de menores en Clint, Texas. En su visita descubrieron un panorama desolador de bebés sin pañales al cuidado de niños de siete u ocho años que llevaban semanas sin ducharse y sin acceso a la higiene más básica. La denuncia logró que inicialmente se trasladara a la mayoría de internados, pero al menos 100 de ellos han sido devueltos a Clint. Aunque dijo estar «muy preocupado», Trump declinó asumir responsabilidades y se excusó en que «las leyes son tan malas que no tenemos otra opción» que encerrar allí a los niños. La ley, sin embargo, no permite que pasen más de 72 horas en centros de detención. En su obsesión por competir con el legado de su predecesor, se atrevió incluso a aseverar: «Cuidamos a los niños mucho mejor que Obama».

Niños en situación precaria

Bajo la conmoción por las informaciones sobre la precariedad de la situación de los menores en la frontera, los demócratas de la Cámara de Representantes lograron aprobar en la madrugada del miércoles un paquete de 4.500 millones de dólares en ayudas para aliviar la crisis. Sin embargo, el Senado, de mayoría republicana, tumbó la propuesta, que contaba con la oposición del propio Trump. El presidente declaró que no le gusta «porque no hay dinero para la protección [del país]. Es como si estuviéramos gestionando hospitales», se quejó. El paquete promovido por los demócratas imponía obligaciones de buen trato a los inmigrantes.

En coincidencia con el estallido del escándalo de Clint, el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, John Sanders, presentó el martes su dimisión, efectiva a partir del 5 de julio. Sanders, que llevaba al frente de la oficina desde abril, será sustituido probablemente por el actual director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Mark Morgan, partidario tanto de la construcción del muro con México como de las deportaciones masivas de migrantes irregulares.