El presidente del PP fue invitado a la inauguración del curso de verano de FAEs en el Escorial
02 jul 2019 . Actualizado a las 08:19 h.Todo empezó con Zapatero. La crisis que arrastra la política española tiene su origen en el 2006, cuando el por entonces presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero recibió en la Moncloa al titular de la Generalitat Artur Mas para acordar las grandes líneas maestras sobre las que se articularía el nuevo estatuto catalán. «Trataba a Cataluña como una nación camino de ser un Estado», denunció este lunes Pablo Casado sobre el texto que luego tumbaría el Constitucional.
El líder de los populares se refirió al PSOE como uno de los dos «pilares» básicos de la democracia española, pero una pata que hace 15 años comenzó a tambalear y desde entonces no ha recuperado el equilibrio, poniendo en peligro a todo el país. «Un gran partido» que se decantó por «un mal camino», comentó Casado.
«Rectificación de rumbo»
Por ello, el líder de los populares instó al actual jefe de los socialistas a una «rectificación de rumbo histórico» que permita enmendar el error de su antecesor . La primera oportunidad para que demuestre que la nave de Ferraz ha recuperado el norte, constitucionalmente hablando, la tiene en Pamplona. Casado invitó este lunes a Sánchez a que permita un gobierno de Navarra Suma (la coalición con la que el PP se presentó a las últimas autonómicas junto a Cs y a UPN), y mantener a los nacionalistas y a Bildu lejos del poder. «La hora de la verdad es hoy Navarra», dijo Casado en su discurso en El Escorial, en la inauguración del curso de verano de la fundación FAES.
El presidente del PP también situó esas supuestas concesiones del PSOE a los nacionalistas durante los últimos tres lustros como la raíz de los problemas a los que se enfrenta Pedro Sánchez para sacar adelante su investidura. «El diálogo es el premio que el socialismo reserva para los que rompen el sistema, porque romper el sistema puede considerarse casi como un derecho», denunció. Sin embargo, Casado sorprendió al no cerrar la puerta a allanar la investidura, claro que dando a entender que con Felipe González sí estaría dispuesto a la abstención de su grupo.
El presidente del PP fue presentado en la inauguración del curso por José María Aznar, su gran padrino político, con el que hace no tantos años trabajó como jefe de gabinete. El expresidente, que desde el triunfo de Casado en las primarias ha vuelto a ganar influencia en Génova, alabó la labor de su delfín y cargó con dureza contra Sánchez. No está en la lógica constitucional echar sobre los demás la propia responsabilidad de conseguir una mayoría, ni exigir apoyos gratuitos, dijo.