Kamala Harris, una exfiscala progresista para batir a Trump

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Kamala Harris
Kamala Harris NICHOLAS KAMM | AFP

La senadora dominó el segundo debate de los presidenciables de su partido para el 2020

02 jul 2019 . Actualizado a las 07:14 h.

El segundo debate de los candidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos del pasado jueves en Miami acabó con un claro titular: ha nacido una estrella. Su nombre, Kamala Harris (Oakland, 1964). La senadora por California dominó el escenario, recibió los aplausos más sonoros del público y provocó el momento televisivo de la noche. No le tembló el pulso al acusar al favorito en las encuestas, el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, de oponerse en los años 70 a la política de autobuses que permitía llevar a los niños de raza negra a los colegios de niños blancos. Ella era una de esas estudiantes.

El senador por Delaware no supo reaccionar ante la bofetada verbal que le posicionó en el lugar más retrógrado del partido demócrata. Un golpe de efecto para ella y para los que piensan que solo un candidato renovador con ideas más a la izquierda podrá vencer a Donald Trump en el 2020. Esa es la guerra que se juega en la campaña demócrata. Harris ganó su primera batalla.

Consecuencias económicas

Después de su intervención en el debate, recaudó dos millones de dólares en 24 horas. El día más productivo desde el anuncio de su candidatura el pasado 21 de enero. El 60 % de los donantes lo hicieron por primera vez, según la web Político. Harris es una de los dos únicos demócratas afroamericanos en la carrera por la Casa Blanca. Su padre es de Jamaica y su madre de la India. Puede movilizar el voto del 12,5 % del electorado afroamericano y ser un revulsivo para el crucial voto femenino.

Su dominio en el debate no fue una sorpresa. Harris acumula la perspicacia y la capacidad de inquisitoria de sus siete años como fiscala del distrito de San Francisco y sus seis como fiscala general de California. Una etapa de éxitos en la que logró sentencias favorables para los afectados por la crisis de las hipotecas y para los estudiantes acosados por las deudas universitarias, entre otras conquistas.

Esta capacidad de palabra la ha llevado a convertirse en la voz anti-Trump en el Senado. Elegir a una experta en leyes para competir contra el presidente más investigado de la historia de Estados Unidos se prevé un espectáculo político sin precedentes. Su agenda de medidas pasa por apoyar el Medicare para todos, la revisión de las políticas de inmigración contra los abusos de la Administración Trump y la transición al 100 % de energías renovables en 10 años.

Las encuestas la sitúan todavía en el cuarto puesto con un 7,8 % de la intención de voto. Biden sigue en primera posición con el 31,4 % del respaldo, 14,5 puntos por delante de Bernie Sanders, con un 16,9 % del voto. En el tercer puesto, se encuentra la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, con un 12,6 % del apoyo, según los datos diarios recogidos por Real Clear Politics. Todos ellos tienen todavía por delante quince meses y once debates hasta el 3 de noviembre del año 2020.