Sassoli carga contra el veneno nacionalista en su estreno en la Eurocámara

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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El socialdemócrata italiano David-Maria Sassoli ha sido elegido nuevo presidente del Parlamento Europeo
El socialdemócrata italiano David-Maria Sassoli ha sido elegido nuevo presidente del Parlamento Europeo VINCENT KESSLER

El socialista italiano presidirá el Legislativo hasta que lo releve el conservador alemán a mitad de legislatura, en enero del 2022

04 jul 2019 . Actualizado a las 07:35 h.

Es periodista, italiano y socialdemócrata. Y desde este miércoles, David Maria Sassoli, también es el nuevo presidente del Parlamento Europeo tras conseguir en la segunda ronda de votación el apoyo mayoritario (345 votos) del hemiciclo. Ni Ska Keller (Verdes), ni Sira Rego (izquierda europea), ni el reformista conservador, Jan Zahradil, pudieron hacer contrapeso a una elección cantada.

Su investidura forma parte del acuerdo sellado por los líderes europeos para repartirse los cargos institucionales de la UE. Ese pacto concede al hasta ahora eurodiputado un mandato de dos años y medio. Eso significa que en enero del 2022 deberá ceder las riendas a su rival conservador, Manfred Weber. El alemán será recompensado por inmolarse en la carrera hacia la presidencia de la Comisión. Su retirada permitió desbloquear las negociaciones.

A pesar de la rebelión testimonial de algunos socialdemócratas alemanes, molestos con la fórmula diseñada a puerta cerrada por el Consejo para repartir los asientos más codiciados de la UE, Sassoli se alzó con la victoria sin demasiado dramatismo. No puede decir lo mismo la candidata escogida para presidir la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (PPE). La alemana tiene en contra al ala progresista de la institución ?que debe darle su aval?, a pesar de la bendición de sus líderes negociadores (el español Pedro Sánchez y el portugués António Costa). Los votos de los socialdemócratas serán cruciales porque conservadores y liberales no suman. Podría darse la paradoja de que la ministra alemana de Defensa supere la votación el próximo día 15 con el apoyo de fuerzas ultranacionalistas. Von der Leyen quiere evitar ese escenario a toda costa, por eso viajó este miércoles hasta Estrasburgo para reunirse con los eurodiputados y garantizar su visto bueno.

Prioridades

Sassoli, florentino de 63 años y graduado en Ciencias Políticas, no decepcionó en su carta de presentación. El discurso ante la Eurocámara fue, sobre todo, una llamada al despertar de la UE tras una legislatura en declive. «No podemos conformarnos con mantener las cosas como están», manifestó antes de comprometerse a impulsar la agenda de los más jóvenes en favor de la lucha contra la crisis climática y el empleo precario que está hipotecando el futuro de varias generaciones. Está por ver si el soplo de aire fresco se traducirá en un nuevo giro de timón.

El progresista italiano prometió también una lucha sin cuartel contra los Gobiernos que ponen en riesgo el Estado de derecho y las libertades personales. Una ofensiva contra los nacionalismos para salvaguardar los valores de la UE. «No somos accidentes de la historia. Somos los hijos y los nietos de quienes encontraron un antídoto contra la degeneración nacionalista que ha envenenado nuestra historia. Nacionalismo que, cuando se convierte en idolatría, produce virus y conflictos destructivos», deslizó.

También lanzó dardos a los líderes europeos que se han dejado llevar por la «pereza y el egoísmo» ante el fenómeno migratorio. Sassoli les exigió responsabilidad y solidaridad para sacar adelante la reforma común de asilo, un expediente enquistado por el rechazo explícito de algunos países a acoger refugiados. «No nos podemos olvidar de esa pobre gente. No podemos olvidar una humanidad que nos ha hecho grandes a los ojos del mundo», reclamó.

Los nuevos altos cargos de la UE

Ursula von der Leyen: una designación que desata una nueva crisis en el Gobierno alemán

Nominada como presidenta de la Comisión Europea

Patricia Baelo

Ni fue una de las candidatas ni ha hecho carrera política dentro de la UE. Aun así, la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, ha sido elegida para ocupar el puesto más importante del bloque: la presidencia de la Comisión Europea. Una decisión que ha pillado por sorpresa y a la que se ha llegado por descarte, después de que los socialdemócratas vetaran al candidato propuesto por los conservadores, Manfred Weber, y de estos a su vez rechazaran al socialista Frans Timmermans. Por eso la designación de Von der Leyen, tras intensas negociaciones, ha sido recibida con escepticismo, incluso antes de saber si el Parlamento Europeo dará su visto bueno.

Sobre todo en Alemania, donde ha desatado una nueva crisis entre los socios de la gran coalición, de por sí muy debilitada por las luchas internas. Los socialistas del SPD, que fueron desplazados como segunda fuerza por detrás de los verdes, soñaban con ver a Timmermans al frente de la CE. Ahora interpretan el nombramiento de Von der Leyen como una derrota personal y hasta un motivo suficiente para romper la alianza de Gobierno sellada en marzo del 2018 bajo la batuta de Angela Merkel. «Se trata de un acto sin precedentes que podría justificar dejar la GroKo», creada sobre la promesa de hacer una Europa más democrática, declaró este miércoles el expresidente socialdemócrata, Sigmar Gabriel.

«Anularon las elecciones europeas. No importa quién gane, los jefes hacen lo que quieren», decía Bild. El diario más leído de Alemania no se equivoca: Von der Leyen no se presentó a los comicios de mayo. La tríada interina a cargo del SPD criticó el procedimiento por antidemocrático, mientras que otro exlíder del partido y antiguo presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, se refirió a ella como «la ministra más débil» del Ejecutivo. Lo cierto es que Von der Leyen, de 60 años, es mucho más impopular en casa que en el resto del continente. Los recientes sondeos la sitúan como la segunda titular con menos respaldo popular.

No la ayudaron ni las acusaciones por haber plagiado supuestamente su tesis doctoral ni los escándalos y fiascos que han sacudido al Ejército durante su mandato. Tal es el rechazo que genera entre la ciudadanía y la oposición, que Merkel se vio obligada a abstenerse de votar en el Consejo Europeo para designar a la que otrora fue considerada su delfín y potencial sucesora.

Christine Lagarde: una elección más política que técnica

Designada para dirigir el Banco Central Europeo

Asunción Serena

Christine Lagarde, la primera mujer que dirigirá el Banco Central Europeo, ha sido también pionera en otros cargos, como la asunción de la cartera de Economía en Francia, entre el 2007 y el 2011, en la presidencia de Nicolas Sarkozy, y la dirección general del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde el 2011. Estos cargos le han aportado una sólida reputación internacional, que ya venía precedida por su trabajo como presidenta del gabinete de abogados Baker & McKenzie.

La sucesora de Mario Draghi se dice «muy honrada» por haber sido nombrada para presidir el BCE. Según Emmanuel Macron, el Consejo Europeo ha realizado «un análisis unánime sobre las capacidades y competencias» de Lagarde que la califican «totalmente para este puesto». Esto no excluye que haya quienes se interroguen sobre su falta de experiencia en la banca, aunque sus defensores esgrimen que está al corriente de los temas de política monetaria, conoce los engranajes de la UE y posee la credibilidad necesaria para dirigirse a los mercados después de haber afrontado como ministra de Economía francesa la más grave crisis financiera de las últimas décadas, sin contar con que desde Washington, al frente del FMI, ha sabido hacerse respetar con su gestión de cara a la crisis financiera que en Europa se transformó en crisis política, social y presupuestaria.

Tras preconizar la austeridad para Grecia durante aquellos años, Lagarde no tuvo reparos en reconocer el error cometido, ya que supuso un obstáculo para el crecimiento del país al frenar el consumo con la reducción de las ayudas sociales.

Josep Borrell: un peso pesado de la política continental que se erigió en azote del independentismo

Elegido para dirigir la diplomacia de la Unión Europea

La Voz

El aún ministro de Exteriores en funciones atesora una larga trayectoria política nacional y continental. Economista e ingeniero aeronáutico y afiliado al PSOE desde 1975, fue ministro de Obras Públicas con Felipe González y, tras la marcha de este, disputó a Joaquín Almunia el liderazgo del PSOE. Este catalán de 72 años ya encabezó la lista a las europeas en el 2004 y se convirtió entonces en presidente del Parlamento Europeo. Su regreso a la política nacional se produjo de la mano de Pedro Sánchez, quien lo fichó para su Gobierno después de que Borrell se erigiese en el 2017 en azote del independentismo catalán, un discurso muy acorde con su posición al frente de la diplomacia española y con el mensaje que debía trasladar al exterior.

Charles Michel: el joven líder negociador, inesperado en Bélgica y en Europa

Elegido para presidir el Consejo Europeo

La Voz

Charles Michel no estaba en ninguna de las quinielas iniciales para presidir el Consejo Europeo, como tampoco aparecía en las previsiones cuando en el 2014 se situó al frente del Gobierno de su país pese a que su partido era la tercera fuerza más votada. Es su capacidad negociadora lo que más destaca de su perfil político y quizá la clave para que se haya colado a última hora en las negociaciones maratonianas para designar los nuevos cargos de la UE. A ello se suma su disponibilidad, ya que su futuro político en Bélgica, donde con 38 años se convirtió en el primer ministro más joven desde 1841, estaba en el aire tras las elecciones de mayo. Cierra así un mandato que tuvo su «momento negro» en los atentados de Bruselas en el 2016.