El criminólogo del caso Alcácer fallece días después del hallazgo de huesos en la fosa del triple crimen

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Juan Ignacio Blanco fue condenado en el 2009 por injurias y calumnias a los investigadores

05 jul 2019 . Actualizado a las 08:55 h.

Juan Ignacio Blanco, investigador del caso Alcácer, como se conoce el secuestro, violación, tortura y asesinato de Miriam, Toñi y Desiré, tres adolescentes de catorce y quince años en esa localidad valenciana en 1992, falleció en la noche del miércoles en Madrid a causa de una enfermedad que arrastraba desde hace tiempo. Un día después de que se confirmase que los huesos (cuatro trozos de falanges) hallados la semana pasada en la fosa del triple crimen son humanos. No se descarta que fueran de alguna de las menores.

A raíz de la muerte de las jóvenes, las teorías y elucubraciones alternativas comenzaron a surgir. Así, el también escritor participó con el padre de una de las niñas, Fernando García, en unas investigaciones posteriores. Implicado en el caso, publicó el libro ¿Qué pasó en Alcácer? en mayo de 1998, unos meses después de la sentencia. En él, defiende su hipótesis de los asesinatos a partir de dichas teorías conspiradoras. Acusados de injurias y calumnias hacia los responsables de la investigación, tanto el escritor como el padre de una de las menores, se vieron envueltos en procesos judiciales. Finalmente, en el año 2009 se dictó sentencia, condenando a Blanco a un año y cuatro meses de cárcel, además de pagar indemnizaciones.

Su fallecimiento llega un día después de que el crimen volviese a ser noticia. Y es que, el hallazgo de restos humanos en la fosa del crimen podría reabrir el caso. Estos huesos fueron encontrados la semana pasada por unas personas que, a raíz del estreno de la serie de televisión El crimen de Alcàsser, habían acudido a visitar el paraje de La Romana, cerca de la presa de Tous (Valencia), donde Antonio Anglés y Miguel Ricart violaron y asesinaron a las tres niñas y en 1993 fueron hallados los cadáveres. Por el triple secuestro, violación y asesinato fue condenado a 170 años de cárcel Miguel Ricart -en libertad desde el 2013-, mientras Anglés, huyó y figura en paradero desconocido.