Trump celebra el 4 de julio con su deseado desfile militar

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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JIM BOURG | Reuters

Pretende superar el conmemorativo de la Toma de la Bastilla en París que presenció en julio del 2017

04 jul 2019 . Actualizado a las 07:35 h.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se empeñó en tener un desfile militar propio tras presenciar en julio del 2017 en París la conmemoración de la toma de la Bastilla y la entrada de las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial. «Tendremos que superarlo», le dijo allí mismo al presidente francés, Emmanuel Macron. Sus deseos se harán realidad este 4 de julio, Día de la Independencia. Sobre la explanada del Capitolio de Washington sobrevolarán aviones como el Air Force One, habrá una exhibición de tanques M1 Abrams y todo acabará con un discurso del comandante en jefe en el monumento a Abraham Lincoln. Ningún presidente ha hecho esto en décadas.

«Vamos a tener los mejores aviones de combate del mundo volando por encima y tanques», anunció el lunes el presidente. La Administración Federal de Aviación anunció el martes que suspenderá los vuelos del aeropuerto nacional Ronald Reagan de Washington entre las 18.15 y las 19.45 horas para la exhibición. El evento cuenta con un nombre propio: «Saludo a Estados Unidos». Todo por el capricho de Trump. La nación con más poder militar del mundo no tiene entre sus tradiciones la exhibición de sus fuerzas de combate. El último desfile tuvo lugar en 1991, bajo la Administración de George H. Bush, para celebrar la victoria en la guerra del Golfo. Antes, solo John Fitzgerald Kennedy había mostrado músculo militar en plena Guerra Fría.

Reproches por la decisión

Por eso, a Trump las críticas le llueven desde todos los lados del espectro político y mediático. «Está pisoteando la larga tradición de mantener estos eventos de manera no partidista», se quejó la columnista de The New York Times Michelle Cottle. «El mensaje es más propio de una república bananera que de la democracia más antigua del mundo», se lamentó The Washington Post en su editorial del pasado lunes. Incluso conservadores como el presentador de radio Charlie Sykes o el excongresista republicano David Jolly mostraron su rechazo.

La intención inicial de Trump era celebrar el desfile militar en el Día de los Veteranos. Pero el elevado coste de 92 millones de dólares (81,5 millones de euros) frustró sus planes. La Casa Blanca se niega ahora a facilitar la factura de los fastos militares del presidente. La única cifra que ha trascendido son los 2,5 millones de dólares (2,2 millones de euros) desviados del presupuesto del Servicio de Parques Nacionales para mantener los jardines a los gastos del evento. El antojo de Trump tiene también un traspaso emocional. El National Mall de Washington es un lugar emblemático donde se reúnen familias y amigos para festejar la independencia del Imperio británico proclamada en 1776. Por primera vez en la historia, los tanques sustituirán a las barbacoas.