Detenido un falso empresario que ofertaba trabajos en un spa para violar a sus víctimas

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

ACTUALIDAD

Policía Nacional

La policía lo arrestó tras una denuncia interpuesta por una mujer a la que engañó con uno de los supuestos empleos

09 jul 2019 . Actualizado a las 16:30 h.

A la policía le ha costado atraparlo. Solo existía una denuncia, pero los investigadores sospechan que podría haber muchos más casos. Un hombre de 45 años fue arrestado en Burgos acusado de violar a una joven a la que le había ofertado un falso puesto de trabajo. El abusador repetía siempre su modus operandi. Utilizaba foros y conocidas páginas de búsqueda de empleo para publicar anuncios de falsas ofertas de trabajo para camareras, recepcionistas o masajistas con salarios elevados. Cuando las interesadas contactaban, las atendía una supuesta secretaria, que resultaba ser el propio hombre, y les detallaba la oferta solicitándoles fotos desnudas o con la menor ropa posible.

El agresor siempre buscaba un perfil definido. Mujeres jóvenes que tenían necesidad de trabajar. Ya en la primera entrevista, y aprovechándose de la superioridad que le daba ser el contratador, intentaba obtener favores sexuales de ellas, tratando de llevar a cabo tocamientos y actos sexuales contra su voluntad. También lo hacía de forma sorpresiva si no accedían a sus pretensiones, llegando incluso a hacer uso de la fuerza y la intimidación si era necesario. Sus prácticas llegaron a tener relevancia mediática, lo que llevó a una de las víctimas a ponerse con la Policía Nacional para manifestar su deseo de interponer una denuncia por una agresión sexual que sufrió hacía unos cuatro años.

La joven relató su caso. Vio un anuncio para trabajar de recepcionista en un spa. Una supuesta empleada contactó con ella y le indicó que el trabajo consistía en la recepción de clientes en un servicio erótico y que, además, podía realizar si quería algunos masajes de contenido sexual a ciertos clientes sin que estos pudieran tocarla. Por este servicio cobraría unos 2.000 euros. Había otra condición. Debería organizar una cita con el jefe para que la conociera y determinara si era apta para el desempeño del trabajo.

Dos días más tarde la víctima se personó en una boca del Metro de Madrid donde había quedado con el supuesto jefe. Desde allí fueron a un spa erótico y, una vez en su interior y aprovechando que no había nadie más en ese momento, le indicó que tenía que tocarle para ver como se desenvolvía en el ambiente, a lo que la víctima se negó. En ese momento fue cuando el individuo procedió a la violación. La víctima declaró que la soportó por miedo. Solo era capaz de llorar y desear que aquello terminara.

Los investigadores siguieron tirando del hilo y finalmente localizaron al hombre en Burgos, donde lo detuvieron. La policía sospecha que esta no es la única violación consumada.