Fracasa el intento de PP, Ciudadanos y Vox de investir este miércoles a Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Ayuso (PP), Monasterio (Vox) y Aguado (Cs) durante una reunión
Ayuso (PP), Monasterio (Vox) y Aguado (Cs) durante una reunión Chema Moya | Efe

El pleno de la Asamblea se celebrará sin candidato y pondrá en marcha la cuenta atrás de dos meses para la repetición electoral

10 jul 2019 . Actualizado a las 13:44 h.

El esfuerzo in extremis realizado por el PP y Ciudadanos para intentar que este miércoles saliese investida como presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso al frente de un bipartito cayó en saco roto. Vox no comprometió su crucial apoyo, por lo que la Asamblea regional acogerá un pleno instrumental sin la posibilidad de votar a un candidato y que solo servirá para poner en marcha el reloj de dos meses antes de que los madrileños se vean abocados a una repetición electoral.

Es el escenario que pintó este martes Ignacio Aguado, líder regional de Ciudadanos y, tras el pacto firmado por el PP, candidato a la vicepresidencia en Sol. «Si nada lo remedia, es probable que vayamos a segundas elecciones. Me preocupa, porque es abrir que la izquierda vuelva a gobernar la Comunidad de Madrid», dijo un pesimista Aguado. El dirigente naranja compareció ante los medios tras el intento a la desesperada por incluir en el pleno de este miércoles la posibilidad de votar a Ayuso, por lo que lamentó la negativa de Vox.

Aguado convocó a la candidata popular a la presidencia y a Rocío Monasterio, máxima responsable de Vox en Madrid, para brindar esa foto a tres que tanto reclamaba la formación de Abascal y que tanto les cuesta conceder a los de Rivera. «Merecía la pena intentar que no se bloqueara este Gobierno de centro liberal, pero lamentablemente, he de comunicarles que no he sido capaz de convencer a la señora Monasterio», afirmó, tratando de arrojar toda la culpa a este partido.

Aguado reivindicó muchas de las medidas que se recogen en el pacto que sellaron esta misma semana con los populares y que «beneficiarían a seis millones y medio de madrileños». 

Optimismo de Monasterio

El pesimismo de Aguado contrastó con el optimismo de Monasterio, que en la misma sala de prensa calificó la reunión como «un primer paso» para evitar la repetición electoral. «El primer paso era sentarse a hablar, por eso yo estoy muy contenta. Comienza un camino y yo soy optimista», dijo, comentando que todavía quedan dos largos meses por delante.

Pero el caso de Madrid amenaza con convertirse en una repetición de lo ocurrido en Murcia, donde Vox tumbó en dos ocasiones la investidura de Fernando López Miras como presidente de la comunidad. Los tres partidos se reunirán de nuevo este jueves en Murcia para retomar las negociaciones.

Casado confía en que su encuentro con Abascal desbloquee las negociaciones

«Confiamos en que la semana que viene haya investiduras en Madrid y Murcia». No existe una mejor señal que estas palabras de Pablo casado de que la reunión que mantuvo este martes en el Congreso con Santiago Abascal resultó fructífera. Ante la falta de entendimiento de sus equipos negociadores, las direcciones nacionales de los tres partidos de derechas han tomado el mando de las conversaciones en estos dos territorios con la intención de evitar una repetición electoral en unos meses o, incluso, que sus gobiernos cayesen en manos de la izquierda. «Se va a empezar a trabajar hoy para que la semana que viene puedan desbloquearse las dos investiduras», insistió un optimista Casado.

El dirigente popular trató de tender puentes entre Rivera y Abascal, cuyas relaciones están absolutamente quebradas ante la negativa del líder de Ciudadanos de reconocer a Vox como interlocutor válido para constituir gobiernos.

Casado acudió este martes a la invitación del presidente de Vox, que el día anterior había hecho un llamamiento para celebrar una reunión a tres a la que también estaba invitado Rivera. Sin embargo el presidente de Ciudadanos rechazó acudir a este encuentro al entender que no tiene nada que hablar con el líder de Vox, rebajando su invitación a los equipos negociadores en estos dos territorios, y siempre y cuando los de Abascal se muestren proclives «a cambiar su posición política, del no o la abstención al sí», afirmó, dolido por algunos de los insultos que le profirieron recientemente desde Vox. 

Las ausencias de Rivera

Rivera tenía este jueves en el Congreso dos reuniones al más alto nivel. Además de con Abascal, el líder de Ciudadanos también estaba citado por el presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista a la reelección. Declinó los dos encuentros, que calificó como «una pérdida de tiempo».