El viaje más épico de todos los tiempos

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Hace justo hoy 50 años el Apollo 11 despegaba desde Cabo Kennedy con destino a la Luna. El cohete que propulsó la nave, creado por un ingeniero nazi, sigue siendo el más potente diseñado por el hombre.

16 jul 2019 . Actualizado a las 10:55 h.

En septiembre de 1962 John Kennedy anunció que Estados Unidos llevaría un hombre a la Luna antes de finalizar la década. La primera decisión que tuvieron que asumir los responsables de la recién creada NASA fue elegir el cómo. «Hubo varias propuestas y, finalmente, optaron por el acoplamiento en órbita lunar. Básicamente consistía en construir dos naves. Una principal y un módulo que conduciría hasta la superficie lunar a dos astronautas. Esto obligó a la agencia espacial a improvisar el Gemini, un programa intermedio entre el Mercury y el Apollo. Había que enseñar a los astronautas a acoplar», explica el astrofísico Daniel Marín, colaborador de Naukas.

Los científicos se decantaron por enviar dos naves pensando en el cohete, para que pudiese ganar capacidad de carga. Wernher von Braun, un excientifico nazi y amante de la mitología grecorromana, lo diseñó y bautizó como Saturno V. «Había creado el misil V2 para Hitler. Cuando terminó la guerra, él y su equipo llegaron a Estados Unidos a través de la operación Paperclip que evitó que pudiesen ser juzgados. El cohete podía poner en órbita hasta 120 toneladas, una cifra que no se ha podido superar. El más potente hoy es el Falcon Heavy y solo soporta 60 toneladas», comenta Marín.

El objetivo del Apollo era alunizar, pero realmente se desconocía cuántas misiones serían necesarias. Habría que probar tecnología y maniobras hasta estar preparados para cumplir con el objetivo fijado. El programa no pudo arrancar peor. En 1967, el Apollo 1 se incendia y sus tripulantes fallecen. Tras el accidente nadie sabía cuál se posaría sobre el satélite. «El Apolo 8 ya consiguió completar una vuelta alrededor de la Luna. El 9 probó el módulo lunar y el 10 hizo el ensayo general, descendiendo hasta una altura de unos 15 kilómetros pero, sin tocar suelo. Se decidió entonces que el 11 alunizase, aunque no estaba escrito que fuese justo esa misión», asegura.

Los nombres de la tripulación eran Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins. Ninguno de ellos estaba llamado a ser leyenda pero se encontraban en el lugar y momento adecuados, tras haber descartado a otros por fuerza mayor. «Collins incluso entró a última hora sustituyendo a James Lovell. Eran pilotos muy buenos y los únicos en ese momento que tenían experiencia previa en el espacio», dice el astrofísico. El 16 de julio de 1969 despegaba desde Cabo Kennedy el Saturno V con el módulo lunar Eagle, el módulo de mando Columbia y los hombres que harían historia.