Sánchez e Iglesias ya solo luchan por imponer su relato sobre el desacuerdo

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias antes de una reunión en Moncloa
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias antes de una reunión en Moncloa JUAN MEDINA

El líder de Podemos insiste en ser ministro y el Gobierno le insta a retirar la consulta

17 jul 2019 . Actualizado a las 08:26 h.

A seis días de la sesión de investidura, y con casi nulas posibilidades de alcanzar un acuerdo, el PSOE y Unidas Podemos luchan ya más por imponer su relato en el fracaso de las negociaciones para investir como presidente del Gobierno a Pedro Sánchez que por modificar sus posiciones para alcanzar un pacto in extremis. Tras el anuncio de la ruptura del diálogo por parte del líder del PSOE ante una consulta a las bases de Podemos que consideró «una mascarada», Iglesias insistió este martes en que siguen abiertos al diálogo, pero sin variar un ápice su posición. Un Gobierno de coalición en el que Unidas Podemos tenga una representación proporcional a sus resultados y en el que no haya vetos a ningún dirigente de su partido, incluyéndose a él mismo, que sigue sin descartarse como vicepresidente del futuro Ejecutivo.

Iglesias asegura que Sánchez estaba de acuerdo en ese planteamiento en el mes de mayo y achacó su cambio radical de postura a las presiones que recibe «del Ibex 35» y de «los poderosos». Eso sí, para restar argumentos al portazo socialista, pidió perdón por haber calificado de «idiotez» la propuesta de que solo entraran en el Ejecutivo personas de perfil técnico de Podemos, pero no dirigentes políticos, y cambió la expresión por la afirmación de que «no es sensato» proponerlo.

Culpa al Ibex y a los medios

Iglesias asegura que a él Sánchez no le ha planteado ningún tipo de «veto». Y, por eso, insta al socialista a explicar públicamente que los motivos por los que rechaza su entrada en el Gobierno son las presiones que recibe «del Ibex, de directores de medios y de los bancos». Insistió en que en democracia «los ciudadanos eligen a quien le representa y lo sensato es respetar al socio». Y, respecto a la posibilidad de que él mismo entre en el Ejecutivo, indicó que «por supuesto que sí» podría «jugar un papel» en el Consejo de Ministros sin crear los problemas de los que habla el PSOE, porque estaría «a las órdenes del presidente». Rebatió la tesis de que es Pedro Sánchez, y no él, quien debe elegir qué figuras de Podemos o de sus confluencias podrían ocupar carteras asegurando que «cuando se tiene mayoría absoluta se puede nombrar ministro al vecino de abajo», pero «cuando no la tienes hay que sentarse a negociar para que el resultado de la negociación sea proporcional a los votos». «Se están poniendo demasiadas excusas», dijo, asegurando que él no ha «parado de ceder desde el principio». Aunque no aclaró qué votarán si no hay acuerdo, fuentes de Podemos ven la abstención como la hipótesis más probable para no retratarse junto a PP, Cs y Vox

Y si Iglesias no quiere aparecer como el culpable de la ruptura, pero no se mueve un milímetro de su posición, lo mismo hace el PSOE, que carga toda la responsabilidad sobre Unidas Podemos pero no varía su discurso, y busca cerrar un acuerdo con ERC con la idea de dejar en evidencia a Iglesias. Para ello, la número dos del PSOE, Adriana Lastra, se reunió con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, culpó al líder del partido morado de haber dinamitado la negociación por «haber hablado todo el tiempo de cargos y puestos en el Consejo de Ministros» y aseguró que «va a vetar la investidura». Algo que, a su juicio, supone que Iglesias «no ha sabido entender cuáles son las reglas del juego en una democracia». Calvo insistió en que la negociación está rota, aunque la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, propuso que se retomen las conversaciones siempre que el líder de Podemos retire la consulta.

La investidura arranca el lunes con el duelo con los tres principales líderes de la oposición

El debate de investidura comenzará el lunes 22 a los 12.00 horas con la intervención del candidato, Pedro Sánchez, sin límite de tiempo. La sesión se reanudará a las 16.00 con las intervenciones de los grupos, de mayor a menor, cuyos portavoces dispondrán de 30 minutos, más dos réplicas, una de diez y otra de cinco minutos. Sánchez podrá responder a cada uno de ellos o hacerlo de forma agrupada. La mesa del Congreso aprobó este martes que no se inicie ninguna intervención más tarde de las 20.30, lo que probablemente aplace el turno de Vox. El martes 23 intervendrán el resto de grupos, y tras el cierre por parte del candidato se procederá a la votación. Si no logra la mayoría absoluta (176 síes), se convocará una segunda sesión para el jueves 25, en la que el presidente hablará diez minutos y el resto de grupos tendrán cinco. Tras ello, se procederá a la votación, en la que bastaría tener más votos a favor que en contra. De no alcanzarse la investidura, se abre un período de dos meses desde la primera votación, tras el cual, si nadie es investido, habrá elecciones el 10 de noviembre.

Vox propone que los diputados no cobren hasta que haya investidura, pero nadie le apoya

Vox había realizado una campaña en redes sociales, «Ayudemos Borja», para recaudar dinero para que pueda abonar la indemnización. Logró 110.000 euros que el joven ahora acepta al tratarse de cantidades anónimas que no se pueden devolver
Vox había realizado una campaña en redes sociales, «Ayudemos Borja», para recaudar dinero para que pueda abonar la indemnización. Logró 110.000 euros que el joven ahora acepta al tratarse de cantidades anónimas que no se pueden devolver JJ Guillén

El grupo de Vox en el Congreso propuso ayer que los diputados dejen de cobrar su sueldo hasta que se alcance un acuerdo que permita la investidura de un presidente del Gobierno. La idea la puso sobre la mesa el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, en la Junta de Portavoces. «Vengo todas las mañanas al Congreso y esta vacío. Aquí no hay diputados trabajando o hay muy pocos. Todo el mundo está cobrando, pero muy poquitos están trabajando para encontrar soluciones para los españoles», indicó».

La idea no fue secundada por ningún grupo. El portavoz de los populares en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, explicó que «una cosa es el poder ejecutivo y otra el legislativo» y aseguró que lo importante es que el Congreso «pueda ejercer en plenitud todas sus funciones», incluidas las de control al Gobierno. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, calificó la idea de chiste». Tampoco Cs ni el PSOE secundaron la propuesta de Vox.