¿Consumes pornografía a través de Internet? Google y Facebook lo saben

David Amores, L.L. LA VOZ

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Un estudio realizado por Microsoft y las Universidades de Pensilvania y Carnegie Mellon ha demostrado que grandes empresas como Google, Facebook y Oracle rastrean a los usuarios que consumen pornografía a través de Internet

27 jul 2019 . Actualizado a las 09:20 h.

Google, Facebook y Oracle rastrean la actividad de los usuarios que acceden a webs pornográficas. Así lo demuestra el estudio Seguimiento del sexo: las implicaciones de una amplia difusión de datos sexuales y el seguimiento en sitios webs de pornografía, realizado por Microsoft y las Universidades Carnegie Mellon y Pensilvania en Estados Unidos, quienes advierten de los riesgos que estas prácticas plantean para la privacidad de los usuarios.

Según datos recogidos por el índice Alexa, las páginas con contenido pornográfico se encuentran entre las más vistas. Pornhub, uno de los mayores portales de contenido adulto, recibió 28.500 millones de visitas en 2017. Otro reporte, indica que el conjunto de páginas pornográficas reciben más visitantes al mes que Netflix, Amazon y Twitter juntos. 

El 93% de las webs pornográficas envían información de sus usuarios a terceros

De los 23.484 sitios analizados, el 93% de ellos filtran datos a terceros, entre los que se encuentran compañías como Alphabet (empresa matriz de Google), Facebook u Oracle. El estudio desvela además, que estos trackers están recopilando información del usuario aunque este navegue a través del modo incógnito. De esta forma se pone en riesgo la privacidad del usuario.

Sólo el 17% de las páginas analizadas disponen de política de privacidad, y la mayoría de ellas están escritas en un lenguaje difícil de entender y, en muchas ocasiones, no incluyen los nombres de las compañías a las que se ceden los datos.

Los datos recopilados en este tipo de páginas son considerados como profundamente personales, ya que son reveladores. Según el estudio, el 45% de estos datos «exponen o sugieren de forma clara el contenido del sitio», de esta forma la privacidad del usuario queda expuesta, ya que estos datos pueden revelar la identidad u orientación sexual del usuario, o puede hacer que terceros deduzcan cuales son los intereses sexuales de los visitantes al sitio. Los responsables del estudio indican que esta práctica «supone un gran riesgo para las poblaciones vulnerables cuyo uso de pornografía podría ser clasificado como no normativo o contrario a su vida pública».

El estudio revela también que solamente el 17% de los sitios analizados cuenta con un sistema de encriptación, lo cual sugiere que el resto de sitios se encuentran desprotegidos ante posibles ataques de piratería o hackeos.

El uso que las compañías hacen de los datos recopilados es un misterio. Google y Facebook no permiten alojar contenido sexual en sus plataformas, por lo que no queda clara la razón por la que están recopilando información tan sensible, aunque sea de forma no intencionada. Ambas empresas niegan que la potencial información recopilada por sus rastreadores  sea utilizada para crear perfiles de marketing destinados a personalizar publicidad. «No permitimos Google Ads en páginas que alojen contenido para adultos y prohibimos los perfiles de publicidad basados en los intereses sexuales de un usuario», afirman en unas declaraciones realizadas a The New York Times.

El estudio concluye que esta transmisión de datos necesita atención urgente. Sugieren que la regulación gubernamental podría ayudar a hacer cumplir las normas de privacidad y velar para que los usuarios conozcan la información que están cediendo a terceros.