España quebrantó reiteradas veces los límites legales de contaminación del aire

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / LA VOZ

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J.J.Guillén

Bruselas justifica así la demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea

25 jul 2019 . Actualizado a las 20:19 h.

«No hay lugar para más excusas. Necesitamos ver acciones decisivas», declaró esta mañana el comisario de Medioambiente, Karmenu Vella, antes de anunciar que llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por incumplir desde el año 2010 los límites impuestos a la contaminación del aire.

Al maltés se le ha agotado la paciencia. Y la gota que ha colmado el vaso ha sido el anuncio del nuevo gobierno municipal de Madrid de que tumbará el programa Madrid Central, que restringe la circulación por la zona centro de la ciudad con el fin de reducir los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) en suspensión. «Los datos más recientes sobre la calidad del aire facilitados por España confirman el incumplimiento sistemático (…) Se han quebrantado de manera reiterada los límites legales de NO2», justificó la Comisión Europea. La institución pone el foco en Madrid, pero también apunta con el dedo a Barcelona y al Baix Llobregat. Y lo hace porque cree que no se están atajando los problemas de forma efectiva. Los datos en los que se ha basado Bruselas para dar este paso adelante en el expediente de infracción son del 2017. En el mes de septiembre llegarán los nuevos, pero las autoridades europeas no han querido esperar. Los titubeos y la falta de voluntad política expresada por el consistorio madrileño desde que tomó el poder ha sido el factor catalizador para acelerar el expediente y acudir al Tribunal de Luxemburgo.

El propio Vella instó a las «autoridades locales y regionales» a colaborar para poner fin a una situación alarmante. La Agencia Europea de Medioambiente cifra en 9.000 las muertes prematuras anuales en España atribuibles al dióxido de nitrógeno que generan los motores en combustión de los vehículos. También está relacionado con multitud de enfermedades respiratorias como el asma o las bronquitis agudas.

España fue advertida por primera vez en junio del 2015, pero no fue hasta el año pasado cuando la Comisión amenazó a las autoridades nacionales con llevar al país ante la justicia europea. El gobierno anticipó una serie de compromisos y planes locales para esquivar en el mes de mayo el castigo, y lo hizo con éxito. Francia, Alemania y Reino Unido no tuvieron la misma suerte. Pero un año después, los equipos de la Comisión se han negado a ofrecer otra tregua. «Existe la urgencia de aplicar tan pronto como sea posible nuevas medidas para corregir los niveles excesivos de contaminación», explicó Vella, en un mensaje dirigido a los tres núcleos urbanos y, muy especialmente, a Madrid. Los populares han tratado de eludir cualquier responsabilidad culpando al anterior gobierno municipal: «Es una consecuencia directa de la incapacidad de la izquierda para gestionar y reducir la contaminación del aire», aseguró esta mañana la eurodiputada Dolors Montserrat, a pesar de que los expertos comunitarios ponen en cuestión la decisión de su partido de acabar con Madrid Central, teniendo en cuenta que es en ese núcleo urbano donde se han registrado los niveles más altos de NO2 en el último año publicado (2017).

Fuentes comunitarias aseguran que podrían pasar nueve meses hasta la primera vista en el Tribunal. España podrá, hasta entonces, presentar argumentos de defensa para desestimar una denuncia que podría acabar en última instancia con sanciones millonarias en función de la duración y la gravedad de la infracción.