La irrupción de Íñigo Errejón sería perjudicial para la izquierda

g. b. MADRID / LA VOZ

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Javier Lizón

Que unas nuevas elecciones pudieran perjudicar al partido de Pablo Iglesias ha sido una constante de presión del PSOE durante las negociaciones entre ambas formaciones

25 jul 2019 . Actualizado a las 11:21 h.

La posibilidad de que, en caso de que no se llegara a un acuerdo con Unidad Podemos, unas nuevas elecciones pudieran perjudicar al partido de Pablo Iglesias ha sido una constante de presión del PSOE durante las negociaciones entre ambas formaciones. Además del posible coste que podría suponer el que los ciudadanos vean a Unidas Podemos como el culpable de que no haya aun Gobierno de izquierdas, los socialistas han dejado ver que en unos nuevos comicios generales en noviembre el ex número dos de Podemos Íñigo Errejón podría presentarse con su propio partido y arrebatarle a Iglesias el liderazgo del primer partido a la izquierda del PSOE y el papel de socio de los socialistas. Lo cierto es que en Unidas Podemos son perfectamente conscientes de esa posibilidad, pero consideran que la irrupción de Errejón a nivel nacional sería tan perjudicial para el PSOE como para ellos, y es en realidad otro de los factores que impulsarían a los socialistas a no ir a unas nuevas elecciones ni siquiera aunque hoy fracasara la investidura de Pedro Sánchez. El motivo es que la entrada de un nuevo actor político de izquierdas en unas elecciones generales tendría un efecto similar al que ha tenido para el PP y Ciudadanos la irrupción de una fuerza como Vox. Si el hecho de que haya habido tres fuerzas políticas en el espacio de la derecha ha perjudicado a los populares por la dispersión del voto y el desperdicio de sufragios en muchas comunidades donde Vox no logró escaños, a la izquierda podría sucederle lo mismo, con el peligro de verse superada por las tres derechas, como ha ocurrido en Madrid. Aunque el PSOE lograra mejorar sus resultados en unas próximas generales a costa de Unidas Podemos, la disputa por el voto entre Iglesias y Errejón llevaría probablemente a que entre ambos sumaran menos de los 42 escaños que tienen ahora los del partido morado en el Congreso.