Mohamed VI celebra su vigésimo año en el trono liberando a casi 5.000 presos

Javier Otazu RABAT / EFE

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JALAL MORCHIDI | EFE

En una fiesta sin fasto, su discurso se centró en las desigualdades sociales en el país

31 jul 2019 . Actualizado a las 08:22 h.

El rey Mohamed VI de Marruecos celebró ayer en el Palacio Real de Tánger sus veinte años en el trono de la dinastía alauí en una ceremonia que por órdenes suyas careció del fasto que se esperaba para esta ocasión. En el palacio tangerino, Mohamed VI, enfundado en una chilaba de color rosa pálido, recibió a algunas de las personalidades civiles y militares del reino, además de diplomáticos y jefes de los cultos cristianos y judío que ofician en suelo marroquí.

No hubo este año invitados extranjeros de renombre -en otras ocasiones acudieron expresidentes españoles como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero- ni tampoco el rey repartió condecoraciones, como suele ser habitual otros años, aunque liberó a cerca de 5.000 reclusos.

El Palacio Real dio órdenes el pasado 14 de junio de que las diferentes instituciones evitaran el fasto y la fiesta se celebrara «según las costumbres y tradiciones habituales», «sin celebraciones suplementarias o especiales».

No hubo entonces ninguna explicación a estas instrucciones, pero puede adivinarse que tiene que ver con la temática elegida por el rey este año para pronunciar el discurso de esta festividad: las desigualdades sociales persistentes en el país.

«Sin duda, hay ciudadanos que perciben mal los resultados de estos logros [del reinado] en sus condiciones de vida, sobre todo en lo que respecta a la satisfacción de sus necesidades cotidianas y en especial a la prestación de servicios sociales de base y a la reducción de las desigualdades sociales», dijo el monarca.

Las palabras de Mohamed VI no eran sino el eco de lo subrayado en los últimos días por personas próximas al rey; el último de ellos, el lunes, el gobernador del Bak al Maghrib (banco central), Abdelatif Jouahri, que dijo ante el monarca que los resultado económicos del 2018 «son insuficientes para responder a las aspiraciones sociales».

Continúa la crisis del Rif

En el plano más político, no se cumplieron las expectativas puestas en esta fecha de que el vigésimo aniversario de Mohamed VI en el trono supusiera la conclusión y cierre de la llamada crisis del Rif con la salida a la calle del medio centenar de rifeños presos por participar en las revueltas sociales del 2016 y el 2017.

Finalmente, el monarca indultó solamente a nueve de los presos del movimiento rifeño Hirak, pero entre ellos no está ninguno de los considerados dirigentes. Dentro de un indulto masivo (fueron 4.764 los beneficiarios) que incluyó a un número indeterminado de salafistas.

En el caso de estos presos rifeños y salafistas, la condición para lograr el indulto era solicitarlo formalmente, además de «expresar oficialmente su adhesión a las constantes y los símbolos sagrados de la nación y de las instituciones nacionales, revisar sus orientaciones ideológicas y rechazar el extremismo y el terrorismo».

Las celebraciones por la Fiesta del Trono concluirán este miércoles en Tetuán, donde se celebrará la tradicional ceremonia de la beia, en la que cientos de notables y de cargos electos de todo el país, ataviados de un riguroso hábito blanco, rendirán pleitesía al monarca.

Pedro Sánchez se ofrece a impulsar un «nuevo esquema de relación» entre Marruecos y la Unión Europea

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha comprometido a trabajar en «un nuevo esquema de relaciones» entre Marruecos y la UE, un «marco de mutuo beneficio y para que Marruecos tenga la mejor y más estrecha relación posible con la Unión Europea».

«Estamos comprometidos con el establecimiento de un nuevo esquema de relaciones, que refleje fielmente el papel clave que ejerce Marruecos en múltiples cuestiones prioritarias para la Unión Europea», escribió Sánchez en un artículo en El País en el que felicita a Mohamed VI con motivo del 20 aniversario de su entronización. Sánchez señaló que la cooperación en materia migratoria y de lucha antiterrorista entre ambos países «constituye un ejemplo modélico en el entorno europeo» y se refirió a Marruecos como «socio estratégico de primer orden».

Marruecos ejerce, según Sánchez, un liderazgo internacional en materia migratoria y considera que «los esfuerzos de las autoridades marroquíes por hacer frente a uno de los principales retos globales», la migración irregular, «deben ser reconocidos».

Además, destacó el impulso de España ante los socios e instituciones comunitarias para definir un nuevo marco de cooperación política y financiera entre la UE y Rabat, pero advirtió de que «hay que seguir trabajando para que Marruecos tenga la mejor y más estrecha relación posible» con Europa. Sánchez indicó que la relación económica y comercial entre ambos países «ha ido ampliándose de manera constante hasta consolidar a España como el principal socio comercial de Marruecos», en tanto que el Gobierno aspira a que el país vecino se consolide como el primer destino de la inversión española en África.

«Marruecos es un socio de presente y futuro (...). Nuestra vecindad es hoy más que nunca una oportunidad y un desafío para desarrollar una relación equitativa y dinámica que satisfaga las legítimas aspiraciones de nuestros pueblos», dijo.