Las 10 infracciones virales que les salieron caras a sus protagonistas

Alba F. Fuertes / Antía S. Aguado / C. R.

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Ares, protagonista del vídeo conocido por la frase «pim, pam, toma lacasitos», en el control de alcoholemia que le dio la fama
Ares, protagonista del vídeo conocido por la frase «pim, pam, toma lacasitos», en el control de alcoholemia que le dio la fama

El hombre que tiró la nevera en Almería no es el primer sujeto que termina pagando su falta por compartirla en las redes sociales

08 ago 2019 . Actualizado a las 15:44 h.

Compartir la vida en las redes sociales es cada día una práctica más común. Tanto que la gente que lo lleva a cabo parece olvidarse por momentos del alcance, y poder, que estas tienen. El ejemplo más reciente llega desde Almería, donde hace tan solo unos días el vídeo publicado por un hombre se hacía viral. Hasta aquí, todo correcto. pero en la grabación se podía observar al sujeto tirando una nevera por un precipicio. Un vídeo con el que quiso alardear, pero que le terminó costando su trabajo, además de pagar la correspondiente multa. Como él, muchos otros han tenido ideas similares, con parecidos desenlaces.

“La he liado parda”. La socorrista que intoxicó a la comunidad vecinal por mezclar químicos en la piscina

El fenómeno mediático de la socorrista madrileña se consolidó en 2008 como el gran precursor de la generación de los virales de YouTube. El eco de sus declaraciones fue tal que incluso llegó a inspirar a los creadores del personaje de Coque, portero de la serie La Que Se Avecina.

La negligencia de la empleada, que diluyó varios compuestos químicos generando una nube de cloro en la piscina, se ha hecho hueco en la historia de la televisión española. Tras la repercusión del vídeo, eso sí, forma ya parte de la sabiduría popular que la combinación de ácido clorhídrico y sulfato de sodio es una mala idea si no queremos «liarla parda».

Los civiles que amenazaron a Puigdemont y a Iglesias desde un tanque

El vídeo de los jóvenes que aprovecharon la fiesta de la Concepción para subirse a un tanque es otro de los éxitos virales que terminaron con sabor agridulce para los protagonistas. La broma de subirse al carro de combate para mofarse de los dirigentes políticos no quedó impune. Desde el vehículo, dijeron a cámara que iban a «darle una sorpresa a Puigdemont (...). Esto son setenta toneladas de puro amor y pura democracia». Posteriormente se dirigieron también a Iglesias: «Coletas, el siguiente eres tú, cabrón. ¡Arriba España!». 

Fue entonces cuando los interpelados decidieron tomar acciones legales contra los autores del vídeo. La denuncia fue archivada en septiembre de 2018 tras un auto que concluía con que los hechos no tenían ningún tipo de convicción y se trataba de una farsa.

Dice que intentaba ayudarle a superar su miedos... y termina en la cárcel

A 20 metros de altura. Esa fue la distancia desde la cual Taylor Smith tiró a su amiga de un puente. Una caída sobre el agua que provocó a la joven estadounidense una perforación pulmonar y seis costillas rotas. El vídeo tenía todas las características para ser viral. Y así fue. Sin embargo, la mala fama pronto la llevó a ser investigada, y a terminar en la cárcel. Tras dos días entre rejas, tuvo que cumplir 38 días de trabajos comunitarios, además de hacer frente a una multa de 300 dólares.

Jugar hasta matar: crueldad sin límites

Un grupo de hombres «juegan» con un perro como si de una pelota de béisbol se tratase. Imágenes tan duras como estas se difundieron a través de las redes sociales. Unas imágenes que muestran cómo el perro, ya muerto, sigue siendo lanzado y golpeado con el bate. El portal argentino «Prensa Animal» alertaba de los hechos, mostrando unas imágenes del comportamiento cruel y solicitando ayuda ciudadana para localizar a los culpables.

La madre que subió a Instagram una grabación de su bebé fumando

Las redes sociales estallaron en críticas hacia la madre que mostró públicamente cómo colocaba en la boca de su hijo de 11 meses un cigarrillo, echándose a reír cuando le contestaba con un «gracias». Tras la polémica, se justificó argumentando que se lo había permitido porque, al ver cómo su padre lo hacía, quería probarlo como si fuera comida. Al hacerlo, pensó que conseguiría desalentar al niño. «Como la madre que echa pimienta al chupete para que el niño le coja asco», declaró la protagonista.

Romper más de 200 años de historia por llamar la atención

La locura de los influencers por atraer a las masas llega hasta límites insospechados. El caso de Julia Slonska es el claro ejemplo de ello. Con 17 años, mostraba a su séquito de seguidores, martillo en mano, cómo destrozaba parte de una escultura de más de 200 años. Este comportamiento cumplió su objetivo, aumentar su número de followers. Pero no es lo único que ganó. La animadversión de determinadas marcas a raíz del suceso le acompañará un largo tiempo. En juego, una sanción de seis meses de cárcel.

La pareja pillada manteniendo relaciones sexuales mientras circulaban por la autopista

En septiembre de 2018 una pareja fue cazada conduciendo por la AP-6 con algo más que el volante entre manos. El testigo de la hazaña sexual de los protagonistas grabó la estampa, que corrió como la pólvora por las redes sociales hasta llegar a manos de la Guardia Civil. Los agentes lograron identificar a los implicados, que reconocieron los hechos y se enfrentaron a la sanción legal correspondiente.

Diablo rider. Como si de un videojuego se tratase

A más de 250 kilómetros por hora llegó a circular este ucraniano por las carreteras de Lloret de Mar. En sus vídeos en las redes se ve cómo, además de sobrepasar los límites de velocidad, adelanta en zig zag a escasos centímetros de otros vehículos o cómo oculta su matrícula para burlar los radares. Cámara en casco, no duda de subirlos a Internet. El objetivo de este joven de 28 años no era otro que aumentar su número de seguidores para cobrar publicidad. Denunciado, se enfrenta a una pena de cárcel. Enmascarado, y sin su moto, insulta a la policía y reconoce que se ha marchado de España.

¿Es peor quien propone el reto o quien lo hace?

Dar galletas a un mendigo podría haber sido una buena acción. Sin embargo, ReSet, como se le conoce en la plataforma de YouTube, decidió darle su toque y cambiar el ingrediente de estas: pasta de dientes, en lugar de crema. Todo ello por un reto solicitado por uno de sus seguidores. El youtuber vio su oportunidad de ampliar su número de visitas y, además de aceptarlo, cambió el destinatario de su humillación a una persona sin hogar. La Justicia actuó, y el joven ha sido condenado no solo a pagar una multa de 20.000 euros, sino también a no utilizar YouTube durante cinco años.

Ares G, del «Pim, pam, toma lacasitos» en un control de alcoholemia a la cara pública de una campaña de conducción responsable

Si hubo frases que marcaron el 2009, las de Ares G forman sin duda parte esencial del podio. El desafortunado incidente del protagonista mientras le realizaban un control de alcoholemia (en el que efectivamente, dio positivo) se viralizó por el comportamiento de los jóvenes hacia las autoridades, mofándose en un tono bastante desacertado de los agentes que efectuaron el control. Ese año no dejó de oírse el «pim, pam, toma lacasitos» o «viva España, viva el Rey, viva el orden y la ley» por la totalidad de la geografía nacional.

En la actualidad, el joven ha sufrido un sorprendente proceso de transformación, predicando con el ejemplo en una campaña de Michelín en la que insta a una conducción responsable y alejada del alcohol.