Sánchez expone a Felipe VI su plan para optar a una segunda investidura

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Pedro Sánchez se reunió este martes, entre otros colectivos, con representantes de Teruel Existe y Soria Ya
Pedro Sánchez se reunió este martes, entre otros colectivos, con representantes de Teruel Existe y Soria Ya Mariscal | Efe

Feijoo exige que le diga al rey que es «incapaz» de atar apoyos y «ahorre frivolidades»

07 ago 2019 . Actualizado a las 08:53 h.

Ignorando el fuego cruzado entre las formaciones políticas -especialmente intenso desde la regañina del rey instando a hilvanar un acuerdo que evite elecciones-, Pedro Sánchez acude este miércoles a Marivent para trasladarle a Felipe VI la hoja de ruta con la que pretende hacer un segundo intento de investidura, cuyo plazo expira el 23 de septiembre. Hasta ahora, el presidente del Gobierno en funciones ha guardado silencio sobre el tirón de orejas, limitándose a cargar su agenda de reuniones con organizaciones de la sociedad civil -desde colectivos feministas a ecologistas, de jóvenes, educativos o contra la despoblación, y este jueves será el turno de los sindicatos- y, con la única excepción de Compromís, no ha retomado las conversaciones con el resto de partidos para recabar apoyos.

Su estrategia de recurrir a los colectivos sociales como palanca para empujar a Unidas Podemos a rubricar un acuerdo programático con el PSOE, en lugar del Gobierno de coalición que reclaman los morados, ha convertido a Sánchez en blanco de críticas, tanto desde la derecha como desde la izquierda, pues consideran que evidencia su incapacidad -cien días después de las elecciones- para conseguir los respaldos suficientes para una segunda investidura.

En el caso de los populares, este martes fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien lanzó los dardos contra Sánchez. «Tenemos un presidente del Gobierno que lleva un año largo en la Moncloa sin gobernar y ahora tenemos a un candidato a presidente del Gobierno que lleva tres meses sin cerrar nada con ninguno de sus socios. Es para empezar a decirle que si no es capaz de verse con la fuerza suficiente para obtener la confianza de la Cámara que se lo diga al Jefe del Estado y nos ahorre todas las frivolidades en las que está inmersa la política española», espetó el presidente, según informa Mila Méndez desde A Coruña. Feijoo devolvió así el puntapié recibido la víspera por parte de la ministra de Industria en funciones, que usó la crisis de Alcoa como moneda de cambio para que presionase en Génova a favor de la abstención del PP en la investidura. 

Centrarse «en lo importante»

El presidente gallego insistió en que «España tiene en este momento suficiente frivolidad política como para centrarnos en lo importante». Asimismo, respecto al planteamiento del PP de que Sánchez deje paso a otras alternativas, como un pacto de los «constitucionalistas» (PP y Ciudadanos) con Casado al frente, y que sea el PSOE quien se abstenga, Feijoo recordó que proponer candidato a la presidencia del Gobierno «le corresponde al jefe del Estado». Sin embargo, pidió a Sánchez «un poco de memoria», y le recordó que en su día, pese a que el PP había ganado las elecciones, él pactó con Ciudadanos y le pidió a Rajoy que se abstuviera. «Es lo mismo que el señor Casado pacte con Rivera y le pida al señor Sánchez que se abstenga», concluyó.

En la negativa de los populares a facilitarle la investidura insistió también la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ironizando sobre que el líder socialista solo obtendría su abstención si se hiciera «una lobotomía política y se convirtiera en un constitucionalista». El «no es no» que Sánchez popularizó parece haber cambiado de bando.

Mientras que desde el PSOE, el ministro de Fomento volvió a calificar de «delirio» la propuesta del PP y pidió «más responsabilidad a un partido que ha gobernado», el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, usaba las redes sociales para cargar contra Sánchez, a quien acusa de no moverse de su «ultimátum/amenaza»: «O me quedo con el 100 % del poder teniendo el 29 % de los votos y el 35 % de los escaños o llevo a España a elecciones. [...] Todo lo demás son adornos». Los de Pablo Iglesias insisten en tocar poder y el PSOE, en negárselo.