El barco Open Arms no descarta poner rumbo a Italia pese a las amenazas

Adriano Ferreiro / R. P. REDACCIÓN/ LA VOZ

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OPEN ARMS

El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, ha reforzado esta semana su política de puertos cerrados con el establecimiento de multas millonarias para las oenegés de rescate

08 ago 2019 . Actualizado a las 08:39 h.

La oenegé española Open Arms continúa a la espera de respuesta internacional para proceder al desembarco en puerto seguro de los 121 inmigrantes rescatados hace una semana por su embarcación en el Mediterráneo central en dos operaciones distintas. Ningún Gobierno quiere hacerse responsable, incluido el español. Ante esta situación, el barco de rescate que se encuentra próximo a las costas de Italia, no descartaba este miércoles la posibilidad de entrar en uno de sus puertos si corre peligro la vida de los hombre y mujeres que lleva a bordo, pese a la amenazas de multa, pena de cárcel o la incautación del barco.

Al inicio de esta semana, el Ejecutivo de coalición italiano aprobó un decreto impulsado por el partido ultraderechista la Liga, en el que se establecen multas de hasta un millón de euros para los barcos que entren sin permiso en aguas italianas. Supone una victoria para el ministro de Interior, Matteo Salvini, en la política de puertos cerrados que ejerce desde junio.

Dicha decisión, sin embargo, podría ser vulnerada por el barco de rescate del Open Arms que, a pesar de que Italia ha denegado sus solicitudes para el desembarco, no rechaza la posibilidad de entrar en sus puertos.

Por su parte, Salvini acusa de «provocación política» el intento de la oenegé y asegura que, durante los días de espera, «habría tenido tiempo de sobra de llegar a España». Responsabiliza así al Gobierno de Pedro Sánchez y recuerda que «las aguas italianas están cerradas» y si no cumplen las órdenes, podrían «secuestrar la nave». «La vida de las personas a bordo no es su prioridad», ha asegurado.

Turno de España

En uno de sus mensajes, Salvini ha recordado que alcaldes españoles ya se han mostrado favorables a acoger a los inmigrantes. No obstante, el Gobierno español no se quiere hacer responsable de la actividad de la oenegé.

El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, defendió que «el primer puerto seguro» para desembarcar a los inmigrantes «sería en otros países europeos» y no en España y pidió a la Comisión Europea que «intervenga» para que «cada uno asuma su responsabilidad en el ámbito que tiene delimitado». Recordó que «es la Comisión Europa la que debe poder proceder al reparto» entre países de las personas rescatadas.

Los Gobiernos de Italia y España evitan así asumir responsabilidades y echan balones a la Unión Europea, que «carece de competencias» según su portavoz para estos asuntos. «Hemos visto estos comentarios, pero la Comisión no tiene competencias para indicar los lugares para el desembarco», ha explicado el portavoz de Ayuda Humanitaria, Carlos Martín Ruiz de Gordejuela.