Maduro rompe el diálogo con la oposición y acentúa la inestabilidad de Venezuela

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Nicolás Maduro
Nicolás Maduro HANDOUT | REUTERS

Acusa a Juan Guaidó de «alegrarse» por el «bloqueo criminal» impuesto por Estados Unidos

08 ago 2019 . Actualizado a las 20:25 h.

Tras la suspensión (al menos temporal) de las negociaciones por parte del régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana en la isla caribeña de Barbados, el chavismo sopesa recrudecer la represión contra los líderes opositores, comenzando por el propio presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, toda vez que la posibilidad de ceder y convocar unas nuevas elecciones presidenciales libres y con todas las garantías democráticas parece descartada, según apuntan diversos analistas venezolanos.

El jefe de Estado de Venezuela y su segundo, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, hablaron en la televisión estatal después de que trascendiese la decisión del primero de no asistir al encuentro previsto en Barbados, donde ya se encontraba la delegación opositora.

«Bloqueo criminal»

Un indignado Maduro clamó contra quienes «se alegran» como Guaidó (a quien nombró específicamente) del «bloqueo criminal» de Estados Unidos a los activos del Estado venezolano y señaló que pasarán «a la contraofensiva», con la ANC, controlada por el chavismo.

«Guerra es guerra», agregó Cabello, señalando que «ni se le ocurra a los gringos pisar el suelo patrio de Bolívar, porque vendrán cuatro mil Vietnams», afirmó, parafraseando a Ernesto Che Guevara, mientras Maduro le decía a los Estados Unidos: «Quieren batalla, vamos a la batalla». Nicolás Maduro también anunció que este fin de semana se realizará una «protesta mundial» contra las medidas de Estados Unidos, y se volverán a recoger firmas en todas las plazas Bolívar (mayores) de Venezuela rechazando el embargo decretado por la Administración Trump.

Guaidó no hizo comentarios sobre la suspensión de las negociaciones, que en todo caso es temporal, según recoge el comunicado oficial del ministro de Información, Jorge Rodríguez, que afirma que «Venezuela se dispone a revisar los mecanismos de ese proceso, a fin de que su continuación sea realmente efectiva y armónica con los intereses de nuestro pueblo».

Pero otro representante de la oposición que participa en la negociación, el vicepresidente del Parlamento Stalin González, señaló desde Barbados: «Llevan días diciendo que creen en la paz y en el mecanismo de Oslo y a las primeras de cambio le temen a la posibilidad de un verdadero cambio político en el país [...] Nosotros seguiremos trabajando en todos los tableros para buscar el fin de la crisis, y lograr el rescate de nuestra democracia a través de elecciones verdaderamente libres y así ponerle fin a la corrupción, pobreza y violaciones a los derechos humanos».

El analista político Juan Carlos Zapata señaló que en la oposición se teme que el fracaso de las negociaciones derive en mayor represión, y que tanto Maduro como Cabello creen que «ha llegado el momento de acabar con Guaidó», quien es reconocido como presidente interino por casi 60 países. «El régimen buscaba una excusa [para levantarse de la mesa de negociaciones] y la encontró”, agregó el experto.

Posibles efectos negativos sobre la ciudadanía

«Se profundiza la crisis con efectos lamentables sobre una situación humanitaria compleja», señaló, por su parte, la experta en temas militares Rocío San Miguel; algo que también percibió la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, quien se manifestó «preocupada» por el efecto que el embargo de EE.UU. a los activos del Estado venezolano pueda tener en la situación humanitaria.

Desde México, la expresidenta chilena señaló que las nuevas medidas anunciadas esta semana por EE.UU. «podrían tener un impacto potencialmente severo en los derechos humanos de los venezolanos», son «extremadamente amplias» y «no contienen las medidas suficientes como para mitigar el impacto en los sectores potencialmente vulnerables».