El próximo 18 de agosto se celebrará el primer funeral de la historia de un glaciar en Islandia
15 ago 2019 . Actualizado a las 17:31 h.Los satélites de la Nasa han confirmado hace unos días la muerte de un gigante de hielo, el glaciar Okjökull, en Islandia. Un mapa geológico de 1901 señalaba que este glaciar abarcaba por entonces un área de unos 38 kilómetros cuadrados. En 1978, una imagen aérea hizo sonar todas las alarmas al mostrar que solo permanecían algo más de tres kilómetros cuadrados. Hoy queda menos de un kilómetro cuadrado.
El retroceso de un glaciar no se limita únicamente a una cuestión de reducir su área. Se forman a partir de la nieve que con el tiempo se compacta en forma de hielo. A continuación ese hielo se desliza cuesta abajo por su propio peso, empujado por la fuerza de la gravedad. Sin embargo, Okjökull ha adelgazado tanto que ya no tiene suficiente masa para fluir. Los científicos aseguran que un glaciar estancado es un glaciar muerto.
En el 2014 se certificó la defunción y el próximo 18 de agosto la comunidad científica celebrará un acto solemne en la zona por el primer glaciar muerto de Islandia. Si el calentamiento global sigue su ritmo actual este siglo este tipo de sucesos ocurrirán con frecuencia. «En los próximos 200 años se espera que todos nuestros glaciares sigan el mismo camino», señala la placa que se instalará donde antes estaba el glaciar y añade. «Este monumento es para reconocer que sabemos lo que está sucediendo y lo que debe hacerse. Solo tú sabrás si lo hicimos».
Las zonas polares de la Tierra se calientan mucho más rápido que el resto del mundo. Mientras que la temperatura media global ha aumentado un grado desde la Revolución Industrial, en los polos esa subida ha sido de tres. El intenso calentamiento que se está registrando en los extremos del mundo se debe al albedo, la cantidad de radiación solar que refleja o absorbe una determinada superficie. La nieve tiene un albedo muy elevadoya que devuelve al espacio más del noventa por ciento de la radiación que le llega. Ahora, la emisión de gases de efecto invernadero provoca que haya una pérdida del hielo. Cada año hay más océano al descubierto. El agua actúa absorbiendo la radiación en lugar de reflejarla. Por tanto, el calentamiento es doble. Este proceso recibe el nombre de retroalimentación positiva. Este verano el retroceso del hielo en el círculo polar ártico se está intensificando además debido a las altas temperaturas.
