La liberación del Grace rebaja la crisis entre Londres y Teherán

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

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JON NAZCA Reuters

Gibraltar ignora las presiones de EE.UU. para retener el petrolero y Teherán garantiza que su destino no será Siria

16 ago 2019 . Actualizado a las 08:57 h.

La crisis abierta hace más de un mes entre el Reino Unido e Irán con el apresamiento de sendos petroleros empezó ayer a diluirse. El Tribunal Supremo de Gibraltar decidió liberar al petrolero iraní Grace 1 retenido en el Peñón desde el 4 de julio, tras recibir por parte de Teherán la garantía de que los 2,1 millones de litros de crudo que transporta no serán descargados en Siria. Estados Unidos intentó hasta el último minuto bloquear la salida del barco con presiones al Reino Unido para que siguiera apoyando su política de intimidación al régimen de los ayatolás. El primero en reaccionar en las redes sociales fue el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, para quien «esta tentativa de piratería muestra el nivel de desprecio que tiene la Administración Trump por la ley».

Poco antes de dejar zarpar al buque, fueron liberados el capitán y los tres oficiales detenidos por infringir las sanciones impuestas por la Unión Europea a Siria por la represión del régimen de Bachar al Asad contra la población civil. Este fue el motivo que llevó a los marines reales británicos y a las autoridades portuarias a capturar al petrolero iraní en aguas que España considera suyas. A pesar de esto, Londres no informó en ningún momento al Gobierno de Pedro Sánchez, según reconocieron fuentes del Ejecutivo tras el suceso. Teherán, por su parte, acusó a los británicos de cometer un acto de «piratería» y aseguró que la nave navegaba en aguas internacionales. Dos semanas después, Irán apresó en el estrecho de Ormuz dos petroleros, uno de bandera británica y otro con pabellón de Liberia pero operado también por una compañía del Reino Unido. El primero, de nombre Stena Impero, continúa atracado en el puerto de Bandar Abas.

Esta confrontación provocó la entrada del Reino Unido en el pulso que mantienen EE.UU. e Irán en las aguas del golfo Pérsico, por donde pasa el 20 % de la producción de petróleo mundial. La decisión tomada ayer por Gibraltar podría propiciar la liberación del Stena Imperio.

El miedo a una escalada mayor hizo que el primer ministro de Gibraltar, Fabian Picardo, iniciara hace unas semanas las conversaciones con Irán para rebajar la tensión. El resultado fue un compromiso firmado el 13 de agosto por Teherán de que la carga de crudo no terminará en Siria, ya que incumpliría las sanciones de la UE. «Hemos privado al régimen de Al Asad de más de 140 millones de dólares de valioso petróleo crudo», anunció Picardo. El buque puso rumbo a un puerto mediterráneo sin concretar.