Groenlandia contesta a Trump: «No estamos en venta»

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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Donald Trump
Donald Trump JONATHAN ERNST | REUTERS

El presidente norteamericano mandó a sus asesores que estudien una propuesta para comprar la isla calificada de locura desde el país nórdico

16 ago 2019 . Actualizado a las 16:23 h.

Calificar a Donald Trump de singular es un adjetivo que se puede quedar corto. El presidente norteamericano suma ahora a su larga lista de iniciativas sorprendentes una más: la de plantear la compra de Groenlandia a Dinamarca para ampliar el territorio norteamericanoThe Washington Post señaló que en la Casa Blanca ya se ha discutido sobre la legalidad de la hipotética adquisición, del proceso para incorporar un territorio con su propio gobierno y también de dónde saldría el dinero para la adquisición.

Groenlandia está ubicada en América del Norte, al noreste de Canadá, y cubierta por hielo en un 75 % de su superficie. Sus 2,1 millones de kilómetros cuadrados hacen de ella la mayor isla del mundo, aunque habitada por tan solo unas 56.000 personas, en su mayoría de etnia inuit. Políticamente, pertenece a Dinamarca, aunque se trata de un territorio autónomo que desde el 2009 maneja todas las competencias excepto política exterior, defensa y política monetaria. Pero la isla tiene una importancia geoestratética innegable y unos recursos naturales sin explotar.

La operación del presidente no es nueva. Lleva semanas sobre la mesa de la Casa Blanca. Y la idea de Trump ha dividido a su equipo de asesores entre los que creen que el mandatario se está planteando seriamente la operación y los que piensan que es otra ocurrencia presidencial pasajera. A esta segunda vía se apuntan los políticos daneses, que abiertamente se ríen e incluso cuestionan el estado mental del presidente norteamericano. 

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«Debe de ser una broma del 1 de abril completamente fuera de temporada», aseguró en la red social Twitter el exprimer ministro danés y actual líder de la oposición, el liberal Lars Løkke Rasmussen, aludiendo a la tradición sajona en esa fecha. 

«Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura», respondió Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria.

Su homólogo del Partido Social Liberal -cuarta fuerza en la Cámara y aliado del Gobierno socialdemócrata-, Martin Lidegaard, se mostró esperanzado de que se trate de una «broma», ya que en caso contrario sería una idea «terrible» que supondría una pérdida de autonomía para los groenlandeses y una posible militarización de la isla.

Groenlandia responde a Trump

El Gobierno de Groenlandia ha manifestado este viernes que el territorio «no está en venta». «Mantenemos una buena cooperación con Estados Unidos», ha explicado el Gobierno de Groenlandia en un comunicado donde interpreta los comentarios de Trump como una «expresión de su mayor interés de invertir» en el país.

«Por supuesto, Groenlandia no está a la venta», aclara el Gobierno en un comunicado, sin hacer más comentarios «dada la naturaleza no oficial de la noticia».

Un viejo interés norteamericano

Los términos planteados por Trump son absolutamente nuevos y sorprendentes. Pero no lo es el interés que siempre ha demostrado EE.UU. por este territorio ártico. Durante la II Guerra Mundial, Washington decidió establecer una base militar en Groenlandia una vez Dinamarca fue invadida por los nazis, en 1941. Un escenario que se prolongó hasta el final de la contienda, en 1945, cuando Hitler fue definitamente derrotado. Finalizado el conflicto bélico se construyó la estratégica base aérea de Thule, de especial importancia durante la Guerra Fría y que sigue activa.

Además, Groenlandia cuenta con grandes recursos naturales. Tiene carbón y mucho uranio. También se han identificado en los últimos años reservas de petróleo en las aguas costeras. Y el cambio climático podría provocar que la isla, cubierta en un 75 % por el hielo, fuese más habitable.

Trump visitará Dinamarca los próximos 2 y 3 de septiembre y uno de los asuntos que figuran en la agenda política es Groenlandia, con cuyo presidente autonómico tiene previsto reunirse, además de con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Será una buena oportunidad para conocer si se trata de una ocurrencia o el presidente norteamerciano va en serio

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