Jugando al póker con las autonomías

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño CRÓNICAS DESDE MADRID

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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero Marta F. Jara | Europa Press

La asfixia a las comunidades puede volverse en contra de Sánchez si Casado logra reunir al Consejo de Política Fiscal

09 sep 2019 . Actualizado a las 11:43 h.

En la compleja partida de póker que lleva jugando desde su victoria en las elecciones del 28 de abril, Pedro Sánchez está utilizando todas las armas a su alcance. No solo políticas, sino también administrativas. «Divide y vencerás». Esa es una de las máximas preferidas Iván Redondo, el gurú estratégico de Pedro Sánchez, que aspira a lograr la proeza de que el líder del PSOE gobierne en solitario y mantenga la estabilidad disponiendo solo de un tercio de los diputados del Congreso. En esa táctica de división del adversario se enmarcan por ejemplo los reiterados intentos de Sánchez de cortejar a las confluencias de Unidas Podemos para que se rebelen contra la orden de Pablo Iglesias de resistir a toda costa las presiones hasta que se forme un Ejecutivo de coalición. Pero ese mismo intento de quebrar la unidad del rival es el que está detrás de la reiterada negativa del Gobierno a abonar las entregas a cuenta a las comunidades, alegando que no puede hacerlo estando en funciones. La idea de mantener esa asfixia económica es presionar a los presidentes de las autonomías gobernadas por el PP para que apremien al líder popular, Pablo Casado, a desbloquear la investidura de Sánchez para que se forme un Ejecutivo cuanto antes y el dinero entre en las maltrechas cajas de las comunidades.

Tras meses negando que fuera posible, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, promete ahora abonar antes del 15 de diciembre los 7.000 millones de fondos que suman los pagos a cuenta y la recaudación del IVA retenidos. Aunque sigue sin aclarar cómo, la clave está en la fecha del compromiso, posterior también a unas posibles nuevas elecciones el 10 de noviembre. Una estrategia que pasa a ser electoral. Es decir, cuanto más se vote al PSOE, más posible es que haya Gobierno rápido tras los nuevos comicios y que las autonomías reciban rápidamente su dinero.

Esa táctica, sin embargo, puede acabar volviéndose en contra de Pedro Sánchez. Ante la posibilidad más que real de que haya nuevas elecciones, el hartazgo afecta también a los presidentes autonómicos del PSOE, que sufren igualmente la asfixia económica, pero que hasta ahora han permanecido callados para no debilitar a Sánchez de cara a la investidura. Consciente de ello, es ahora Casado quien pretende aplicar el divide y vencerás.

Como dejó claro el sábado en Galicia, el líder popular no descarta tratar de reclamar la convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en el que se exija el pago inmediato de las entregas a cuenta. Para forzar esa situación, al PP, que gobierna en seis autonomías, incluida Ceuta, le bastaría sumar el voto de una sola comunidad, ya que el reglamento del CPFF establece que deben solicitarlo «al menos, la tercera parte de sus miembros», que son 17. Bastaría que se uniera Cataluña, gobernada por el independentista Torra, o Melilla, presidida por Eduardo de Castro, de Ciudadanos, para lograrlo. Forzar esa convocatoria en contra del criterio del Gobierno serviría para evidenciar la debilidad política de Sánchez, y también para que los propios presidentes autonómicos socialistas le pusieran en un aprieto.

Errejón y Valls pueden elevar la fragmentación política

Si la fragmentación parlamentaria generada con la irrupción de tres partidos nuevos en los últimos años ha dificultado enormemente la conformación de un Gobierno estable, hasta el punto de que se han celebrado tres elecciones generales en cuatro años, la situación se podría complicar aún más con la llegada de más fuerzas de ámbito nacional. A la presencia de Ciudadanos, Podemos, y Vox como nuevos actores políticos se podrían sumar en las próximas generales dos nuevas candidaturas. Una, auspiciada por el ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón, y otra por el ex primer ministro francés Manuel Valls, que baraja también crear una fuerza de centro izquierda de ámbito nacional.

La campaña de Rivera para el 10N se presenta complicada

La estrategia del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ante la práctica confirmación de que España se dirige hacia una repetición de las elecciones generales resulta desconcertante para sus rivales políticos, tanto en la izquierda como en la derecha, y también para buena parte de los dirigentes de su propia formación. Las encuestas confirman que el partido naranja sería el gran perjudicado en unos nuevos comicios, perdiendo votos en favor del PP y también del PSOE. Y, sin embargo, Rivera se mantiene impasible, eludiendo participar en el debate político en torno al bloqueo que impide la conformación de Gobierno. La campaña de Ciudadanos si hay nuevas elecciones se presenta así muy complicada.

La Diada puede condicionar la nueva estrategia de ERC

Si la semana que se abre hoy se presenta intensa en lo que se refiere a las posibilidades de formación de Gobierno y las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos, hay otro hecho que puede marcar decisivamente el futuro político de España y condicionar las posibilidades de que Pedro Sánchez lograse ser investido. La celebración de la Diada de Cataluña el 11 de septiembre va a poner a prueba la nueva estrategia de ERC de apostar por la estabilidad en Madrid y la formación de Gobierno. Si los actos muestran una movilización masiva en la calle más acorde con la estrategia rupturista de Carles Puigdemont, el grupo encabezado por Gabriel Rufián en el Congreso podría replantearse su posición.