«Mindhunter», una masterclass sobre psicología de los personajes

Javier H. Rodríguez LA VOZ

ACTUALIDAD

Netflix

Netflix ya ha estrenado la segunda temporada de esta serie de detectives nada tópica

17 sep 2019 . Actualizado a las 08:21 h.

Existe una máxima en el cine —casi un mandamiento— que a menudo se atribuye a Robert McKee: «Jamás le harás la vida fácil a tus personajes». Los creadores de Mindhunter la conocen y las personas que han adaptado el libro original han elevado esta norma a la enésima potencia.

Alejados de grandes despliegues de medios, las vidas de Holden, Bill y Wendy no dejan de evolucionar. Su psicología y las relaciones entre ellos y sus parejas se desarrolla de tal forma que llegan a eclipsar, por momentos, la trama principal. Un Holden frágil ante el arte de amar; un Bill sobrepasado por la conciliación; y lo mejor de todo: el personaje empoderado de Wendy.

En un tiempo donde el feminismo se ha mercantilizado y se mete con calzador en un sinfín de producciones mainstream, Wendy controla a la perfección la dirección de su camino y la influencia de su entorno en su vida profesional y viceversa. No alardea y esa es la clave: crear personajes que se definan por sus actos y no por frases arrancadas sin contexto de algún discurso de Angela Davis.

Más allá de esa construcción minuciosa de la personalidad de los protagonistas, esta serie consigue hacerte empatizar con algunos de los asesinos más mediáticos de la historia de EE. UU. incluido —cómo no— Charles Manson.