PSOE y Podemos recrudecen unos ataques que ya suenan a precampaña

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Pablo Iglesias aplaude y recibe el apaluso de la bancada de Unidas Podemos, tras su intervención el miércoles en la  sesión de control al Gobierno en funciones
Pablo Iglesias aplaude y recibe el apaluso de la bancada de Unidas Podemos, tras su intervención el miércoles en la sesión de control al Gobierno en funciones Eduardo Parra | Europa Press

El Gobierno califica la última oferta de Iglesias de «absurda y vacía de contenido»

14 sep 2019 . Actualizado a las 09:29 h.

Cuanto más se aproxima el plazo para la disolución de las Cortes, más se endurecen los ataques entre el PSOE y Podemos. Ni una sola señal de un posible reconciliación, síntoma de que el acuerdo para allanar la investidura está casi descartado, y síntoma también de que la precampaña para las más que probables elecciones del 10 de noviembre está en marcha, si es que en algún momento en los últimos cuatro meses ha dejado de estarlo.

Ayer Sánchez disparó desde la distancia y bajo la comodidad que le brinda el disponer del extraordinario altavoz de la Moncloa tras los Consejos de Ministros de los viernes. Además, para resguardarse de cualquier resto de metralla, lo hizo a través de su portavoz en el Ejecutivo, Isabel Celaá, que no necesitó ni la apertura de la ronda de preguntas para calificar la última propuesta de Podemos, consistente en conformar un Gobierno de coalición hasta la aprobación de unos nuevos Presupuestos, como «absurda y vacía de contenido».

La portavoz del Gobierno, que volvió a descartar cualquier fórmula en la que los morados tocasen un ministerio, acusó a Iglesias de anteponer sus intereses a «los problemas laborales que tiene este país, la luchar contra los alquileres desorbitados, derogar la Lomce» o incluso sobre le calentamiento global. Para rematar, le señaló de colaboracionista con «las tres derechas».

Al otro lado del frente, Iglesias abandonó su trinchera y acudió al plató de La Sexta para, aunque en un tono amable, descargar sobre Sánchez toda la responsabilidad de una nueva repetición electoral. «Nunca pensé que un presidente en funciones actuara cegado por el poder. Que nos hiciera votar hasta que a él le guste lo que voten», criticó.

El secretario general de Podemos descartó la posibilidad de acabar apoyando su investidura si no existe un acuerdo previo, avanzando que si este pacto no llega, los 42 diputados de su grupo parlamentario acabarán votando una abstención en el caso de que se acabe celebrando el debate de investidura, algo todavía muy en el aire. 

Iglesias pide la ayuda del rey

Iglesias garantizó que, a pesar del plantón de Sánchez, mantiene su mano tendida para alcanzar un acuerdo sobre la bocina. Y sorprendió al sugerir que Felipe VI, en su papel de «árbitro» del proceso, debería «mediar» en la ronda de consultas y tratar de convencer a Sánchez de que «la coalición es la vía para la estabilidad y que España no se merece una repetición electoral», o lo que es lo mismo, pitar a favor de los de la camiseta morada.

El plazo para que la repetición electoral se convierta en una realidad no expira hasta el próximo lunes 23 de septiembre, pero lo cierto es que si no existe un acuerdo antes de este martes 17, cuando el rey pondrá fin a la ronda de consultas, Sánchez no dispondrá de margen para someterse a una nueva investidura.

No parece que vaya a cambiar de opinión. Para este fin de semana tenía previsto un encuentro en La Rioja con sus barones buscando el cierre de filas. Sin embargo decidió cancelarlo a última hora, coincidiendo con las declaraciones de algunos de estos dirigentes en las que exponían dudas sobre la conveniencia de unos comicios. Justificó su decisión argumentando que debía desplazarse a las zonas castigadas por el temporal,  Moncloa confirmó que la visita se realizará este sábado.

Los cuatro grandes partidos pactan los miembros de la Junta Electoral 

F. B.

El Congreso de los Diputados dio su visto bueno a los cinco nuevos candidatos acordados por las cuatro formaciones mayoritarias en la Cámara Baja para integrar la nueva Junta Electoral Central (JEC), el organismo compuesto por 15 expertos que se encarga de velar por el correcto desarrollo de las citas electorales. Los vocales pactados entre el PSOE, PP, Cs y Podemos contaron con el voto en contra de Vox, ERC y Junts per Catalunya. Los independentistas catalanes censuraron al candidato propuesto por el PP, Carlos Vidal Prado, que en el pasado ejercicio no autorizó la candidatura de Puigdemont para las elecciones europeas.

Los cinco expertos designados por la Cámara son catedráticos de Derecho. Otros ocho integrantes de la JEC son magistrados del Tribunal Supremo, designados por sorteo en cada legislatura. Los dos restantes son miembros natos de este organismo, pero no disponen de derecho a voto en las resoluciones.

Vox insiste en la abstención del PP y aplaude la idea del Gobierno de concentración 

F. B.

El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, aplaudió ayer unas recientes declaraciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en las que este sugería la posibilidad de conformar una gran coalición entre los dos partidos mayoritarios, el PSOE y el PP.

«Estaría muy a favor que un Gobierno radical como el de Sánchez fuera moderado por otro partido socialdemócrata», comentó, argumentando que, «en el fondo», socialistas y populares son «indistinguibles», salvo en que los primeros son «un poco más moderado en aquellas cosas que el PSOE es más radical».

Al hilo de esta idea del presidente gallego de montar un Gobierno de concentración que evite un nuevo paso por las urnas, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, invitó a Feijoo a decirle a los diputados populares gallegos en Madrid a que voten a favor de Sánchez en una hipotética votación de investidura.