La educación salafista alarma a Holanda

imane rachidi LA HAYA / EFE

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Dos niños descansan durante una protesta organizada por el movimiento salafista contra la propuesta de reforma de la Constitución
Dos niños descansan durante una protesta organizada por el movimiento salafista contra la propuesta de reforma de la Constitución Imane Rachidi | EFE

Socialdemócratas y liberales piden una reforma constitucional contra las escuelas que radicalizan a los niños

18 sep 2019 . Actualizado a las 08:36 h.

El contacto entre niños y niñas es «adulterio» y está penado por Alá, quien «aborrece» a los homosexuales y «maldice» a quien se cambia de sexo. Este contenido de un libro de texto de las escuelas salafistas ha alarmado a Holanda y ha llevado a liberales y socialdemócratas a proponer ajustes en la Constitución.

El manual, titulado ¡Ayuda! Me hago adulto y publicado por la Organización de Juntas Escolares Islámicas (ISBO), se usa desde el 2015 en la asignatura de Educación Sexual de 44 escuelas salafistas, de un total de 52 escuelas islámicas que existen en el país.

Investigadores de los grandes grupos de comunicación NRC y Nieuwsuur analizaron unas 70 horas de grabaciones de audio y vídeo, además de varios libros sobre diversidad sexual, y sacaron conclusiones que han hecho sonar las alarmas entre políticos y representantes de la comunidad musulmana en Holanda.

El liberal VVD, al igual que el socialdemócrata PvdA, pide «modernizar» el artículo 23 de la Constitución, que trata sobre la libertad de establecer escuelas religiosas, para subordinarlo al principio de igualdad porque esto es «muy preocupante y contrario a todo» lo que la sociedad quiere, dijo el diputado Dennis Wiersma.

Una de las instituciones que más años lleva alertando sobre el peligro de los centros salafistas en Holanda es la Unión de Mezquitas Marroquíes. También el socialdemócrata Ahmed Marcouch, alcalde de Arnhem y exdiputado holandés de origen marroquí, advierte de que en estas escuelas «se envenena y radicaliza a los niños». «Hemos tenido este veneno durante años en nuestras ciudades. No debemos subestimarlas [ a las escuelas]. Hay que detenerlas, prohibirlas», subraya este político musulmán, amenazado por los salafistas desde que declaró la guerra a esta ideología en el 2004 en el Parlamento de La Haya.

Al igual que los centros judíos o cristianos, estos colegios alternativos, que no sustituyen la educación obligatoria para los menores de 16 años, reciben financiación estatal, pero al no ser una educación oficial, no están sometidos al control periódico de la inspección gubernamental.

El polémico libro, escrito por una holandesa conversa al islam, Asma Claassen, tiene dos versiones, una para chicos y otra para chicas, pero ambos siguen la misma metodología, preparada «desde una perspectiva completamente islámica», e incluyen temario sobre diversidad sexual, higiene, matrimonio o adulterio. Aboga por la separación estricta entre chicos y chicas, a ellas les impone una vestimenta que cubra «todo lo que es bonito en ellas» y sugiere castigos como la lapidación o la horca para los pecadores, entre otras cuestiones.