Más de 160 detenidos durante las protestas de los chalecos amarillos

Redacción / La Voz

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Unos 7.500 agentes tomaron las calles de París en otro sábado de tensión y protestas
Unos 7.500 agentes tomaron las calles de París en otro sábado de tensión y protestas PASCAL ROSSIGNOL | REUTERS

París amaneció tomada por 7.500 policías en otro sábado de protestas contra la política social y fiscal del Gobierno

22 sep 2019 . Actualizado a las 09:27 h.

Nuevo sábado de tensión en París, que ha amanecido con 7.500 agentes desplegados en las calles de la capital francesa y dotados de vehículos blindados. Una treintena de estaciones de metro han sido cerradas y la Prefectura de la Policía ha informado de que se ha detenido a 163 personas en relación con las manifestaciones de los chalecos amarillos, en contra de la política social y fiscal del Gobierno. 

La nueva jornada de protestas de los chalecos amarillos en París coincidió con otras dos manifestaciones, una en defensa del clima y otra contra la reforma de las jubilaciones. Las concentraciones de los chalecos  no habían sido autorizadas, pero sus integrantes, que este sábado cumplían su 45 jornada de movilizaciones, mantuvieron su protesta y acabaron siendo dispersados con gases lacrimógenos por parte de las fuerzas del orden, informa Efe.

Uno de los puntos de la ciudad en que se concentraron fue en la plaza de la Madeleine, donde la Policía ha dispersado a unas 300 personas convocadas por el movimiento ciudadano ATTAC.

El principal temor eran los black blocs, grupos violentos de encapuchados conocidos por provocar altercados durante las manifestaciones. Miembros de ese movimiento lograron sumarse a la manifestación contra la crisis climática, protagonizando enfrentamientos contra las fuerzas del orden. Entre los más de 1.250 controles efectuados, policías y gendarmes se han incautado bolas de petanca, un martillo, un mortero escondido en un reproductor de DVD, «armas que no tienen cabida en manifestaciones autorizadas y pacíficas», apuntaron.

Las protestas de los chalecos amarillos comenzaron el pasado noviembre en un primer momento contra la subida de los impuestos al diésel, y su amplitud llevó al presidente Emmanuel Macron, a anunciar un paquete de medidas en favor de la calidad de vida de los ciudadanos con el objetivo de mitigar la crisis.