A tres de cada cuatro alumnos de ESO les cuesta entender las matemáticas

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

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Material para las clases de Matemáticas en Infantil, en el colegio público de Lugo de Llanera
Material para las clases de Matemáticas en Infantil, en el colegio público de Lugo de Llanera

Los profesores reconocen que en Magisterio no aprendieron a enseñar la materia

10 oct 2019 . Actualizado a las 19:05 h.

A los alumnos de secundaria les cuesta entender las matemáticas y carecen de información suficiente sobre las ingenierías y sus salidas. Estas son las dos grandes conclusiones de El desafío de las vocaciones STEM, un informe realizado por DigitalES (empresas del sector tecnológico) y que presentó la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá. Este trabajo —realizado a partir de unas 2.200 respuestas dadas por alumnos de secundaria y universidad y profesores de todas las etapas—, pretende dar respuesta a por qué las vocaciones STEM (ciencias, matemáticas, tecnología e ingeniería) tienen tanto rechazo entre los universitarios españoles. Y las causas de la poca respuesta se pueden dividir en dos bloques: la dificultad académica (40%) y la falta de orientación y conocimiento (65%), en la que se incluyen los que no tienen claras las salidas profesionales de las ingenierías, aquellos que no saben qué elegir y los que no conocen a ningún ingeniero.

Como es obvio, no entender las matemáticas (le ocurre al 73% de los estudiantes) es una de las causas principales, que arrastran incluso hasta el bachillerato, y los profesores de primaria podrían explicarlo: el 60% de los maestros cree que los conocimientos obtenidos en la carrera de Magisterio no son suficientes y el 72% cree que no aprendió a enseñar la materia. Y si la parte matemática es un fracaso, no está mejor la situación con la tecnología: el 88% de los maestros reconoce que no aprendió a integrar la tecnología en sus asignaturas.

De hecho, uno de cada tres alumnos de ESO no ha cursado ninguna asignatura tecnológica.

Pensar en el futuro

En paralelo, falta orientación vocacional. Menos del 40% de los alumnos de ESO, bachillerato y FP tienen claro lo que quieren estudiar y no cambian de itinerario y uno de cada cuatro alumnos no escogería ni arquitectura ni ingeniería porque desconoce las oportunidades labores que le ofrece. Este desconocimiento no se suele paliar en el centro educativo: uno de cada tres estudiantes pide más charlas con profesionales y otro tanto, visitas a empresas.

Las chicas, más lejos

Si la situación general es mala, cuando se incorpora el factor de género, los porcentajes se disparan. Así, hay un 30% más de chicas que chicos las que reconocen tener dificultades para entender las matemáticas, y si dos de cada tres varones adolescentes dice que domina bastante o mucho la tecnología, en el caso de ellas solo una de cada dos cree tener esa habilidad. Y dándole la vuelta a la tortilla, para casi la mitad de las jóvenes es importante hacer una carrera que le permita estar en contacto con la gente, mientras que solo es destacable para un tercio de sus compañeros chicos.

Para comprobar que las opiniones tienen mucho que ver con los estereotipos, la investigación incluyó una variante: alumnas que hayan tenido modelos femeninos en el campo científico-tecnológico. Si se dio esta circunstancia, aumenta en un cincuenta por ciento a el número de mujeres interesadas en el STEM (del 26 al 41%).