Participar en un campeonato de culturismo con un baja por estrés no es motivo de despido porque sube el ánimo

d. casas REDACCIÓN / LA VOZ

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MARTINA MISER

Un tribunal anula el cese de un empleado que quedó segundo en una prueba

26 sep 2019 . Actualizado a las 08:35 h.

Practicar alguna actividad física con regularidad disminuye los niveles de tensión, mejora y estabiliza el estado de ánimo, y aumenta la autoestima. Es una de las recomendaciones básicas que incluye cualquier manual sobre estilo de vida saludable que se precie, y que se ha incorporado incluso como terapia contra la ansiedad, el estrés y la depresión.

Así se lo ha explicado el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura a una empresa que despidió a uno de sus trabajadores por participar en un campeonato profesional de culturismo mientras estaba de baja por estrés y ansiedad.

El empleado, administrativo para más señas, llevaba cuatro meses sin acudir a su puesto de trabajo, afligido por un cuadro depresivo. Resulta habitual que este tipo de diagnósticos se asocien con una falta de voluntad para hacer cosas y menos aún ejercicio físico, que sería lo recomendable, según los expertos. El tribunal extremeño lo ha dejado así de claro: «Una baja por estrés no es incompatible con participar en actividades para subir el ánimo», ni siquiera en pruebas de carácter competitivo, como ha sido el caso.

La empresa tendrá que readmitir al trabajador o indemnizarlo con 6.000 euros A la vista del fallo, a la compañía se le fue la mano poniendo en la calle al empleado. Dijo entender que practicase deporte, pero que el esfuerzo y la exigencia que requiere esta disciplina no eran, en su opinión, lo más recomendable en su situación. Aquello fue la gota que colmó el vaso de la paciencia empresarial. No solo no lo comprendía, sino que en los razonamientos expuestos ante el juez argumentó que el empleado «cometía un fraude y una situación de abuso de confianza empresarial al participar en la Copa Nacional de España de Fisioculturismo y Fitness». El administrativo subió incluso al podio al proclamarse subcampeón en la modalidad de culturismo máster 40 de más de 90 kilos. El tránsito entre la comprensión, el estallido y el despido fue instantáneo, porque «una cosa es hacer deporte y otra competir».

La compañía ha salido mal parada porque la sentencia echa por tierra todos sus argumentos. Considera la Justicia que «practicar culturismo es una terapia válida que ayuda al trabajador a superar sus problemas» y da por bueno el informe de un psicólogo que confirma que la participación en un campeonato de esta modalidad «lejos de resultar perjudicial para el tratamiento de estrés y ansiedad, le fue beneficioso psíquicamente». Ahora ya no le queda otra que elegir entre readmitir al empleado en las mismas condiciones que antes del despido o pagarle una indemnización de seis mil euros.

Esta decisión judicial es similar a un fallo reciente de un tribunal de León referido a una empresa que despidió a una trabajadora por participar en un grupo de teatro de aficionados.