Detienen a una mujer en Castro Urdiales por mandarle la cabeza de su expareja a una amiga

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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Una mujer ha sido detenida por su posible relación con el cráneo encontrado dentro de una caja en Castro Urdiales
Una mujer ha sido detenida por su posible relación con el cráneo encontrado dentro de una caja en Castro Urdiales Pedro Puente Hoyos | EFE

Pertenece a un hombre de 67 años, que estuvo vinculado sentimentalmente con la arrestada, la mujer que entregó la caja con los restos

30 sep 2019 . Actualizado a las 19:28 h.

Una mujer de 63 años fue detenida el pasado sábado por su presunta implicación en un macabro suceso, al ser considerada la persona que envió un paquete que contenía la cabeza de una persona desaparecida a una amiga, en la localidad cántabra de Castro Urdiales.

Los hechos se desencadenan el pasado fin de semana cuando una mujer denunció ante la Guardia Civil lo ocurrido horas antes. A las dos de la madrugada del sábado decidió abrir una caja que le había dado una amiga el mes de marzo, guardada en su casa. Le olía mal. Al romper el envoltorio se encontró con la cabeza de un hombre, en avanzado estado de descomposición. La mujer sufrió una crisis de ansiedad. Los servicios sanitarios la asistieron en su casa. Junto a los médicos acudieron efectivos de la Guardia Civil, que se encargaron de la caja y de las correspondientes pesquisas. A las 11.45 horas del sábado, se detenía a la amiga que le había pedido que guardase la caja.

A pesar del secreto de las actuaciones, van conociéndose algunos datos. Los restos humanos que se encontraban en la caja pueden corresponder a un hombre de 67 años vecino de Castro Urdiales. Originario del País Vasco estaba jubilado y había mantenido una relación sentimental de al menos siete años con la mujer que entregó el paquete a su amiga. La Guardia Civil buscaba desde hacía meses a este hombre, al que se había dado oficialmente por desaparecido.

Según datos desvelados por El Diario Montañés, las dos mujeres eran amigas. El pasado mes de marzo, la autora del envío, nacida en Cádiz, le pidió a su compañera que le guardase una caja en su casa. Le explicó que contenía objetos sexuales. La razón que dio para justificar el favor es que la Guardia Civil podía descubrirlos en la investigación que estaba realizando sobre la desaparición del varón que había sido su pareja. La mujer creyó la versión de su amiga, y desde marzo guardó el paquete en una estancia. El paso del tiempo hizo que la cabeza comenzase a descomponerse. El olor le llevó a abrir la caja seis meses después y encontrarse los restos.