Consideran obstrucción a la Justicia los ataques al confidente
03 oct 2019 . Actualizado a las 08:57 h.Los demócratas no están dispuestos a que el presidente Donald Trump convierta el proceso de impeachment en un espectáculo de bullying político. El líder del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el demócrata Adam Schiff, advirtió ayer al mandatario de Estados Unidos de que cualquier ataque a la investigación o al confidente que reveló sus presiones a Ucrania para que interviniera en las elecciones del 2020 se interpretará como un intento de obstrucción a la Justicia. La misma intrusión que llevó en 1973 a Richard Nixon al proceso de destitución por el caso Watergate.
El aviso llegó un día después de que los demócratas anunciaran la lista de testigos del llamado Ucraniagate, que comparecerán a partir de mañana ante el Congreso y entre los que se encuentra Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado personal de Donald Trump. «Cualquier esfuerzo del secretario, del presidente o de cualquier otra persona para interferir con la capacidad del Congreso de llamar a testigos relevantes, se considerará como evidencia de obstrucción de las funciones legales del organismo», avisó Schiff en una rueda de prensa en el Capitolio junto a la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
El desfile de aliados de la Casa Blanca frente a los legisladores supone un paso de gigante en la investigación. Y un riesgo incalculable para Donald Trump. El presidente reaccionó acusando al confidente que advirtió sobre sus presiones a Ucrania de ser un espía, a pesar de estar protegido por la ley, y exigió además conocer su identidad.
«Esto es una caza de brujas que continúa desde que llegué a la presidencia», insistió Trump durante una rueda de prensa en Washington junto al presidente de Finlandia, donde pidió la dimisión de Adam Schiff, al que calificó de «escoria».
Los testigos del Ucraniagate comparecerán a partir de mañana en el Congreso Los nervios en Washington están a flor de piel. Después del cerco demócrata a los involucrados, el secretario de Estado, Mike Pompeo, admitió el martes su presencia en la conversación mantenida entre Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, después de días de silencio y de que lo revelara la prensa. Pompeo acompañó el anuncio con la advertencia de que los funcionarios de su departamento que han sido llamados a declarar no lo harán.
Por otro lado, el inspector general del Departamento de Estado, Steve Linick, solicitó una reunión con carácter urgente con los comités clave del Congreso para aportarles una nueva información sobre Ucrania.