Más de 11 millones de abstencionistas tienen la llave de la victoria el 10N

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Pedro Sánchez, este jueves en un acto del partido socialista en Cáceres, intentará movilizar al electorado progresista para que no se quede en casa el 10N
Pedro Sánchez, este jueves en un acto del partido socialista en Cáceres, intentará movilizar al electorado progresista para que no se quede en casa el 10N Jero Morales| EFE

El éxito de Sánchez pasa por mantener viva la movilización del votante progresista

04 oct 2019 . Actualizado a las 08:26 h.

La gran movilización del electorado progresista que consiguió el PSOE el pasado 28 de abril agitando la foto de Colón fue uno de los principales factores por los que Pedro Sánchez logró un resultado tan ventajoso, doblando casi en número de escaños al PP. La estrategia de cara a los comicios que vienen es que no decaiga el ánimo entre estos votantes, y que el 10 de noviembre vuelvan a acudir en masa a los colegios electorales. «Me siento en deuda con los 7,5 millones de españoles que votaron al PSOE en abril. Les pido un esfuerzo más. Las razones que justificaron ese voto siguen persistiendo», esgrimió el presidente del Gobierno en funciones ayer en una entrevista en el grupo Mediaset.

El descrédito de la clase política, acrecentado en buena medida por el fracaso a la hora de conformar un Gobierno, implica una clara amenaza para que en las elecciones que se celebrarán de aquí a un mes largo se dispare la abstención. Sánchez lo sabe. No hace falta echar la vista muy atrás para dar con un patrón que pueda encajar con el cuadro de este otoño del 2019. 

Un recuerdo muy reciente

Las elecciones del 2015, en las que Podemos y Ciudadanos irrumpieron en el Congreso, registraron una abstención de un 30,33 %, que en términos absolutos se tradujo en que 11.073.316 electores con derecho a voto no acudieron a los colegios aquel domingo de diciembre. Como en este verano, los políticos no lograron hacer el cesto con los mimbres que les dieron los electores, por lo que hubo que volver a votar seis meses más tarde, en junio del 2016. Entonces la abstención se disparó más de tres puntos, hasta el 33,52 %; o lo que es lo mismo, 12.241.654 de ciudadanos a los que ninguna opción política les sedujo lo suficiente.

La historia es conocida: Podemos se quedó sin su ansiado sorpasso, Rajoy apuntaló su mayoría y Rivera viró para entregarle el Gobierno mediante la abstención forzosa de los socialistas.

En las elecciones del pasado 28 de abril, el número de abstenciones descendió de forma considerable, y solo 10.420.743 de españoles se quedaron en sus casas, es decir, un 28,24 %, que se tradujo en un importante triunfo del PSOE, aunque no lo suficiente como para conformar un Ejecutivo.

La encuesta de Sondaxe publicada el domingo en La Voz ofrece una buena pista del reto al que se enfrenta ahora Sánchez. Una de las preguntas del cuestionario se interesaba por el estado de ánimo con el que se afrontaban los comicios del 10N. Un 45,9 % escogieron la opción de hartazgo; un 38 % optaron por la preocupación, y solo un 6,1 % se decantaron por el alivio. Teniendo en cuenta que un 45 % de los encuestados coincidieron en señalar a Sánchez como el principal responsable y que en las repeticiones electorales la participación siempre tiende a la baja, el reto del candidato socialista es mayúsculo. A favor de la participación solo hay una novedad: Errejón y su Más País.

Continúa la cascada de dimisiones y renuncias en Vox y en Ciudadanos 

Vox continúa con su semana negra en forma de dimisiones. La veda abierta hace unos días con la renuncia de la diputada por Baleares Malena Contestí, acompañada de una carta en la que se mostró sumamente crítica con la dirección, fue seguida en cascada. A poco más de un mes para las elecciones del 10 de noviembre, la presidenta de Vox en Albacete, Rosario Velasco, dimitió como responsable del partido en la provincia manchega, aunque mantendrá su acta de concejal y seguirá ejerciendo de portavoz de su grupo en el consistorio. A diferencia de Contestí, Velasco se fue con un mensaje de agradecimiento. Este jueves también presentó su renuncia el presidente del partido en Zamora, Javier Alcina. Estas marchas se suman a las recientemente conocidas en Toledo por parte de los dos ediles electos, Alberto Romero y Luis Miguel Núñez, aunque este último mantendrá su escaño como no adscrito, según informa Efe. En Albacete, el que fuera cabeza de lista en las pasadas elecciones municipales, Delfín Córcoles, también presentó su dimisión poco después de tomar posesión en el consistorio. 

Fuga en Ciudadanos

Mientras, en Cs, los números dos y tres al Senado por Valladolid en las últimas elecciones, Jesús San José Sancho y Pablo Pombo, respectivamente, anunciaron su marcha siguiendo la estela del exdiputado Toni Roldán, que hace un par de meses abandonó el partido por su escoramiento hacia la derecha. Roldán oficializó este jueves su incorporación a la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas.