El programa socialista promete actualizar las pensiones con el IPC real a partir de diciembre, tras las elecciones
07 oct 2019 . Actualizado a las 20:35 h.El miedo a la ultraderecha y la llamada al voto útil. Son las dos armas que ha emplelado y seguirá empleando Sánchez hasta que se abran los colegios electorales el próximo 10 de noviembre. No son nuevas, especialmente la primera, con la que martilleó en la pasada campaña del 28 de abril, pero en Moncloa creen que pueden seguir siendo útiles.
El presidente del Gobierno en funciones presentó este mediodía en una nave de Madrid un «avance» del programa con el que se presentará al 10N, y en el inicio de su intervención no pasó por alto el gran mitin que celebró Vox ayer en Vistalegre, en el que congregó a más de 13.000 simpatizantes. «Parece que la ultraderecha ha vuelto a la carga. Os propongo que respondamos como lo hacemos los demócratas: votando el próximo 10 de noviembre».
Entre sus principales promesas, Pedro Sánchez, ha prometido este lunes actualizar las pensiones en torno al IPC real en el mes de diciembre, pasadas las elecciones. El documento incluye las 370 medidas pactadas con la sociedad civil, y Sánchez ha asegurado que el PSOE tiene «programa y equipo» ante cualquier escenario de enfriamiento de la economía internacional y ha asegurado el compromiso de España ante el «atropello arancelario» de Estados Unidos y la defensa del sector agroalimentario.
Sánchez también pidió el voto para su partido como la mejor opción para «que España supere de una vez por todas este bloqueo». Lo hizo en un acto sencillo en el que estuvo arropado por una decena de sus ministros. Entre ellos, socialistas de carné, como Celaá o María Jesús Montero, pero también independientes, como Marlaska o la titular de Economía en funciones, la gallega Nadia Calviño, que no irá ni en las listas del 10N.
El candidato socialista advirtió que España necesita un Gobierno fuerte para afrontar los grandes retos que afronta el país, como el desafío secesionista, un más que probable bréxit duro y «el enfriamiento de la economía», que achacó a las «decisiones políticas que se toman fuera», como la guerra comercial que mantiene EE. UU. y China.
Dentro de esa llamada al voto útil, Sánchez dijo no tener nada en contra del «multipartidismo», pero afirmó que aunque todos presentarán sus programas electorales para el 10N, solo el PSOE cuenta «con un proyecto para España», dijo, rodeado de una docena de banderas españolas y otras tantas de la UE.
