¿Por qué el cielo se tiñó de rosa antes de la llegada de Hagibis?

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PEPA LOSADA

El potente tifón que está impactando en Japón es el más devastador desde 1958

13 oct 2019 . Actualizado a las 10:08 h.

El super tifón Hagibis no ha defraudado. Primero pasó a la historia por su rápida transformación de tormenta tropical a categoría 5, un proceso que completó en solo 18 horas. Este sábado es noticia por la devastación que está dejando allí por donde pasa. De hecho, Japón se ha visto obligado a declarar el estado máximo de alerta, una situación que muy pocas veces se ha tenido que activar en la potencia asiática. 

El cielo se encargó de avisar a los japoneses unas horas antes de la llegada de este monstruo tiñéndose de rosa, durante la calma que precedía a la tempestad. Las imágenes son realmente espectaculares. A menudo adquiere estos tonos durante el amanecer y el atardecer. En este caso también ayudó la presencia de nubes de tipo cúmulo, que tienen un gran desarrollo vertical y que aumenta la cantidad de humedad en las capas bajas de la atmósfera. Cuando la luz blanca del Sol llega a la Tierra, tiene que atravesar más atmósfera que cuando se encuentra alto y, como consecuencia, se refracta. El azul se expande tanto por el cielo que no puede alcanzar el ojo humano y surgen otros colores más cálidos, que van desde el amarillo, el naranja o el rojo. 

 

Según la Agencia Meteorológica nipona, se trata del temporal más devastador desde 1958. Hay al menos una persona muerta, más de sesenta heridas y millones de evacuados. La capital del país, Tokio, ha sido una de las zonas más castigadas por el impacto de Hagibis. La ciudad más poblada del planeta se ha convertido por horas en un desierto, sin nadie por las calles. Los japoneses llevaban varios días adquiriendo provisiones para evitar salir al exterior durante el paso del poderoso sistema de bajas presiones.

Uno de los fenómenos que ha generado más daño fue la conocida como marea ciclónica. Los vientos sostenidos que produce el tifón presionan la superficie oceánica y favorece que el mar entre de forma muy violenta, sobre todo en aquellos puntos que tiene poca elevación, donde el agua produce grandes inundaciones. Se están registrando subidas del nivel del mar de hasta 2,5 metros en algunas zonas de la bahía. Además, debido a las lluvias torrenciales, que han alcanzado registros de récord, de hasta 900 litros por metro cuadrado, hay al menos diez ríos del país en riesgo de desbordamiento.