Lenín Moreno cede ante los indígenas y desactiva las protestas en Ecuador

Héctor Estepa LA PAZ / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Ciudadanos, manifestantes indígenas y trabajadores limpian las calles de Quito, tras el fin de las protestas
Ciudadanos, manifestantes indígenas y trabajadores limpian las calles de Quito, tras el fin de las protestas Bienvenido Velasco | Efe

El presidente deroga el decreto que suprimió el subsidio del combustible y levanta el estado de excepción

15 oct 2019 . Actualizado a las 08:45 h.

Punto y a parte en la crisis ecuatoriana. Las explosiones del material antidisturbios, empleado durante once días de protestas antigubernamentales, dieron paso el domingo por la noche al ruido de los fuegos artificiales, lanzados por el movimiento indígena entre gritos de júbilo. «¡Sí, se puede!», expresaban en Quito los representantes de los pueblos originarios, mientras el Gobierno de Lenín Moreno anunciaba la anulación del polémico decreto que acabó con un subsidio al combustible vigente desde hacía cuatro décadas.

«El Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más lo necesitan», expuso Moreno, tras llegar a un acuerdo con la coalición de pueblos indígenas (Conaie) en una mesa de negociación celebrada el domingo. «Se recobra la paz y se detiene el golpe correísta y la impunidad», añadió, eliminando al mismo tiempo el estado de excepción y el toque de queda en el país. 

Correa, Venezuela y Cuba

Moreno decidió suprimir el subsidio a los combustibles en el marco de un acuerdo de crédito de 3.800 millones de euros con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se tradujo en un aumento de tarifas de hasta el 123 % y lanzó a la gente a la calle.

El presidente acusó a su antecesor en el cargo y antiguo aliado, Rafael Correa (2006-2017), de estar generando un «golpe de Estado» con la ayuda de Venezuela, Cuba y la disuelta guerrilla colombiana de las FARC.

Las autoridades, de hecho, detuvieron en la madrugada del lunes a Paola Pabón, gobernadora de la región de Pichincha y aliada de Correa, acusada de espolear la violencia. «Hoy entraron en mi casa de madrugada y derribaron mi puerta mientras dormía. Me llevan detenida sin pruebas», expresó en las redes sociales Pabón, que admitió haber viajado recientemente a Venezuela.

Correa, que vive en Bélgica, y sobre el que pesa una orden de detención en Ecuador por supuesta corrupción -él lo tacha de persecución judicial-, denunció ayer una «brutal represión contra los dirigentes de la revolución ciudadana», como se conoce su nuevo movimiento político tras la ruptura con Moreno.

Este fin de semana varios individuos entraron en el edificio de la Contraloría, donde se guardan los expedientes del caso Correa. El oficialismo denuncia que los intrusos querían destruir pruebas contra el expresidente. El expresidente, en cambio, cree que entre ellos había infiltrados del Gobierno.

El movimiento indígena, que se ha desmarcado de Correa, se afanaba este lunes en limpiar las calles del centro de Quito, muy afectadas por las protestas. Tras lograr su principal objetivo, la retirada del decreto, seguirán hablando con el Gobierno para estudiar las medidas sustitutivas. Reclaman, eso sí, la dimisión de los ministros de Defensa e Interior por la represión en las calles del país. Las protestas han dejado entre cinco y siete muertos, según diversas fuentes, y al menos 1.000 detenidos desde el día 2.