El «procés» espanta a las empresas: Cataluña lidera la fuga desde el 1-O

Ana Balseiro
Ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Los disturbios callejeros y el boicot a empresas rebajaron la confianza de los empresarios a mínimos
Los disturbios callejeros y el boicot a empresas rebajaron la confianza de los empresarios a mínimos

Casi 5.500 firmas salieron tras el referendo, algo que los disturbios puede agudizar

21 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Banco Sabadell y CaixaBank abrieron la espita de una fuga de empresas en Cataluña, desatada por la inestabilidad política tras el 1-O y facilitada por el cambio normativo aprobado por el Gobierno (por decreto ley se permitió el cambio de las sedes sociales sin tener que recabar la autorización de la junta de accionistas), que los disturbios actuales amenazan por agudizar. Naturhouse, Gas Natural (ahora Naturgy), Agbar, Uber, Adeslas, Colonial, MRW, San Miguel, Abertis, Planeta, AXA, Codorniu, Bimbo, Pastas Gallo... la sangría en los primeros compases tras el amago secesionista del otoño del 2017 fue intensa. Los recuentos oficiales, como el del Colegio de Registradores de España, confirman que casi 5.500 firmas huyeron de la comunidad tras el referendo ilegal y hasta la primera mitad de este año. El último estudio sobre cambios de domicilio elaborado por Informa D&B, constata que la fuga continúa.

En lo que llevamos de año -y hasta el cierre del tercer trimestre- Cataluña es el territorio que más empresas ha perdido, un total de 210, descontando de las 664 que se fueron a otras comunidades las 454 que se instalaron.

Madrid, la gran beneficiada

La gran beneficiada de este éxodo de sedes fiscales ha sido Madrid. Consolidada como la comunidad con mayor saldo empresarial positivo (diferencia entre las sociedades que se marchan y las que llegan), en los tres primeros trimestres del 2019, de las 1.54 empresas que la eligieron para cambiar su sede social, un 25 % procedían de Cataluña, es decir, una de cada cuatro.

El estudio de Informa, sin embargo, también pone de manifiesto que aunque la comunidad catalana sigue siendo el farolillo rojo del país -la que mayor saldo negativo presenta-, sus resultados se fueron moderando en el último año. Y es que las 210 empresas huidas hasta septiembre son diez veces menos que la cifra registrada en el mismo período del 2018 (2.233), y la misma tendencia se repitió en el último trimestre, con 93 firmas perdidas frente a las 161 del 2018.

El mismo informe refleja también que, en lo que llevamos de año, 72 de las más de 5.000 sociedades que decidieron hacer sus maletas tras el 1-O y abandonar Cataluña, emprendieron el camino de regreso (algo más de un millar en estos dos años). De entre las grandes compañías, solo la emblemática Agbar (Sociedad General de Aguas de Barcelona), decidió volver -en septiembre del 2018- mientras que, por ejemplo, CaixaBank o Sabadell dejaron claro que el traslado de sus sedes sociales no tenía marcha atrás.

 Inestabilidad y éxodo

La estadística radiografía la situación previa a la condena de los líderes independentistas, que ha desatado una violencia sin precedentes en la comunidad esta semana, por lo que no se descarta que los datos empeoren en la recta final del año si la inestabilidad política reactiva el miedo. De hecho, aumentan las voces que alertan del coste económico que esta violencia secesionista tendrá para el PIB de una comunidad que crecía por encima de la media nacional y desde el 1-O lo hace por debajo.