La Audiencia Nacional acusa a Boye de crear contratos falsos con pagarés para blanquear 889.470 euros de Miñanco

Javier Romero Doniz
Javier Romero VIGO / LA VOZ

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Gonzalo Boye, abogado
Gonzalo Boye, abogado

Un narco colombiano investigado por trabajar para el arousano imputa al letrado la autoría intelectual para legalizar dinero de la coca. Así fue su declaración en sede judicial

23 oct 2019 . Actualizado a las 10:35 h.

Una hora y once minutos de declaración deja a los pies de los caballos al narcotraficante Sito Miñanco y motiva la investigación por blanqueo de dinero de la cocaína contra el que fue su abogado hasta hace una semana, Gonzalo Boye, letrado también del prófugo Carles Puigdemont. El testimonio se realizó en la Audiencia Nacional, el pasado julio, a petición de uno de los colombianos acusados de blanquear dinero para el arousano. El mismo colombiano que estaría al frente de la rama financiera atribuida a su organización y al que se acusa de organizar el envío a Bogotá de 889.470 euros escondidos en dobles fondos de mochilas y maletas. El dinero se incautó el 6 de febrero del 2017 en el aeropuerto de Barajas y los nervios, reproches y reclamaciones ya surgieron a las pocas horas mientras la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional empezaba su trabajo.

El colombiano acusado de pertenecer a la organización de Miñanco figura en la treintena de acusados en el marco de la última gran operación (Mito) contra este narco de Cambados, instruida en el Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional. Inicialmente, tras la detención, el colombiano se negó a declarar. Ya el pasado 30 de enero, a petición propia, empezó a soltarse. Situó a Miñanco, a su lugarteniente colombiano, Luis Enrique García Arango, y a él mismo en el despacho de Gonzalo Boye para justificar los 889.470 euros incautados y, presuntamente, ganados con la venta de cocaína. Pero la declaración definitiva, la que aporta fechas, lugares, nombres y apellidos, la protagonizó este colombiano, otra vez a petición propia, el pasado julio. Al mes siguiente quedó en libertad junto a su pareja. Este fue su relato a preguntas de la magistrada instructora, María Tardón, y en presencia de la Fiscalía, su abogado y otros siete letrados también personados en el procedimiento.

—¿Qué quiere usted decirnos?

—Corregir la declaración de enero.

—¿De qué manera?

—Con respecto al dinero decomisado en Barajas. Yo primero quiero decir que nunca pertenecí ni pertenezco a la organización criminal de Sito Miñanco. Lo conozco por un amigo de la infancia en Colombia, Luis Enrique [García Arango], lugarteniente de Miñanco. Él me pidió que le llevara un dinero a Colombia y yo cometí el error de aceptar pensando que todo era legal. Yo le recibí el dinero a él, pero luego descubrí que el dinero era realmente de Sito Miñanco.

—¿Y usted organizó todo para enviar el dinero a Colombia usando a su familia?

—Sí señora, es correcto.

—¿A quién se lo tenían que entregar?

—Al llegar allí tenía que ponerse en contacto Luis Enrique [García Arango] con mi mujer para recogerlo. Pero el dinero lo incautaron en Barajas, y Luis Enrique me dijo, después de la incautación, que necesitábamos justificar la procedencia del dinero para poder reclamárselo a Hacienda. Entonces me preguntó si tenía cómo hacerlo, y le respondí que no. El vio que podía hacer y a los pocos días me citó en la oficina del abogado Gonzalo Boye.

—Espere, espere, vamos a eso ahora. ¿Alguien le dijo que tenían que decir que el dinero era de otra persona?

—Eso salió de la oficina del abogado.

—¿Perdón?

—En la oficina del abogado Gonzalo Boye.

—¿Se lo dijeron antes o después de incautar el dinero?

—Después de la incautación.

—¿Y eso fue en el despachó del señor Boye?

—Sí, allí él me dijo que tenía que justificarlo.

—¿Quién es él?

—Luis Enrique [García Arango], que me cita en el despacho. Fui solo.

—¿Quiénes estaban en esa reunión?

—Luis Enrique [García Arango], estaba Mario (alias de Sito Miñanco dentro de su organización), que ese día descubrí que el dinero era de él.

—¿Por qué?

—Lo dijo allí, que tenía que pagarle ese dinero y que lo reclamara.

—Explique cómo organizaron los documentos [para justificar el dinero], por favor.

—Como le digo estaba Mario (alias de Sito Miñanco), Luis Enrique [García Arango], estaba Gonzalo [Boye] el abogado, y había otro abogado que creo que se llamaba Jesús. Jesús tenía unos pagarés que decía que con eso ya había reclamado otro dinero que le habían incautado hacía un tiempo.

—¿Eso quién lo dijo?

—Jesús, pero no recuerdo los apellidos. Pero más adelante fuimos al despacho de él.

—¿Qué más por favor?

—Se llegó a un acuerdo y yo tenía que pagar la deuda del decomiso.

—Pero usted dice que no hizo nada y asume la deuda...

—El dinero me lo entregaron a mí, se lo incautaron a mi familia y tengo que asumirlo.

—Puede explicar quién se hace cargo de esos pagarés, quién recibe esos pagarés, quién los presenta.

—Se llega a acuerdo con él [el abogado de nombre Jesús] de darle 30.000 euros en el momento de la entrega [de los pagarés] y 60.000 al recuperar el dinero. Esa fue prácticamente la reunión de aquel día y Gonzalo [Boye] ya dijo que iba a buscar la fórmula de justificar esos pagarés con algún documento, con alguna cosa para hacer la reclamación. A la semana siguiente nos volvió a citar a una reunión en la que ya nos dice que ya tiene la manera justificarlo.

—¿Dónde se produce esa reunión?

—En la oficina de Gonzalo [Boye].

—Y qué pasa, cuéntenos.

—Es para decirnos que ya tiene la manera de justificar los pagarés con contratos de préstamos.

—¿Eso quién lo dice?

—Gonzalo [Boye].

—Siga por favor.

—Nos dice que los contratos tiene que firmarlos solo Manuel (en alusión a Manuel González Rubio, la persona de la que se dijo inicialmente que propietario el dinero confiscado), nadie más podía firmarlos. Nos dice que tiene que prepararlos y que cuando estén listos para firmarlos, Manuel tiene que ir. Y luego, unos días después, me llama para decir que hay que firmar los contratos para presentarlos a Hacienda. Y fuimos al despacho de Gonzalo Boye. Y ahí los firmó Manuel, y nos dijo [Boye] que ya quedaban listos para presentar a Hacienda y que teníamos que esperar la respuesta de Hacienda. Luego pasó un tiempo y llegó una carta de Hacienda, una a mi casa y otra al despacho [de Boye], que decía que los pagarés ya habían sido justificados anteriormente y que no valían para reclamaciones. De ahí ya tuvimos una cita con Jesús para reclamarle por lo que había pasado.

Mañana, en el mismo Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional, está citado Gonzalo Boye para declarar por los cargos que se le imputan. Lo hará junto a los otros dos investigados en este procedimiento surgido de la macrocausa de la operación Mito.