Uno de ellos murió a los cuatros meses y una niña, cuya denuncia fue desestimada, nació sin mentón, con las piernas al revés y los pies pegados

Luana tiene 8 años y cinco cirugías. No habla, no camina y es totalmente dependiente. Cuando nació, no tenía mentón, presentaba las piernas al revés, los dedos de los pies pegados y un daño cerebral severo. Al igual que Rodrigo, el niño que nació sin rostro, es otro de los pequeños cuyas madres pasaron por la consulta del obstetra Artur Carvalho para que les hiciera las ecografías. Tampoco fueron los únicos casos de negligencia. El médico acumula diez denuncias por graves malformaciones en los recién nacidos. Cinco de ellas, como la de Luana, han prescrito.

Peor suerte corrió Alfonso, que nació con problemas cardíacos y vivió solo cuatro meses. Diana aún vive. Tiene tres años y fue operada cinco veces. Nació con dos rectos y dos vaginas, pero solo con un riñón. Son algunos de los tenebrosos casos que ha desvelado el diario Público. Son diez denuncias contra Artur Cavalho, contando con la que ayer presentaron en el Colegio Oficial de Médicos de Portugal los padres de Rodrigo.

A la espera de conocer la decisión definitiva del Consejo de Disciplina sobre las reclamaciones que acumula Artur Carvalho, que le pueden condenar a una suspensión durante diez años de cualquier actividad relacionada con la medicina, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Portugal, Miguel Guimarães, confirmó ayer haber hablado con el obstetra para instarle a que interrumpa su actividad profesional, incluida la realización de ecografías. Es una decisión colegial que se ha tomado ante la alarma social que se ha creado en Portugal por este caso.

«Alarma sin precedentes»

El máximo responsable del órgano colegiado también avanzó «la necesidad de reforzar y acompañar la formación de los médicos obstetras que realizan las ecografías para acompañar los embarazos en territorio luso». Guimarães considera que los últimos acontecimientos son de tal gravedad que «han creado una alarma social sin precedentes, por lo que entienden que para evitar que se repitan es necesario crear «una competencia específica en este área».

La polémica surgió hace unos días al hacerse público que en el hospital São Bernardo de Setúbal había nacido un bebé, Rodrigo, con malformaciones muy graves, internas y externas, no detectadas durante las ecografías realizadas durante el embarazo, que hacían peligrar su vida, ya que, además de no tener nariz, le faltaba parte del cráneo. El primer parte médico le daba pocas horas de vida, aunque el pequeño, 15 días después, y siempre acompañado de sus padres, sigue con vida y luchando por salir adelante. Desde que se conoció la noticia todas las miradas se dirigieron al obstetra que acompañó el embarazo, Artur Carvalho, accionista de la clínica privada Eco Sado, donde se realizaron las ecografías y donde nació Rodrigo. El bebé continua internado y con sus padres a su lado las 24 horas del día, sin separarse de él.

Artur Carvallo se enfrenta ahora a cinco denuncias, ya que otras tantas han prescrito. Incluida la de Luana. Su madre, Laura Alfonso, había presentado una queja hace años, pero el Ministerio Fiscal desestimó el caso sin escuchar al médico. Vanessa Ferreira, la madre de Diana, tampoco tuvo suerte. Pero ahora quiere volver a demandar al especialista. «Intentaré averiguar si es posible y creo que debo hacerlo por mi hija», confesó al diario Público.