¿Cómo reaccionar a un ataque de velutinas? Huir, taparse la cara y el cuello y buscar refugio entre cultivos espesos

La Voz

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ANGEL MANSO

Unos arbustos o un maizal pueden ser una solución en caso de no tener un edificio o un vehículo donde meterse. El Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia pide tener en cuenta la presencia creciente de las avispas asiáticas al planificar trabajos agrícolas o forestales

22 oct 2019 . Actualizado a las 18:28 h.

Los percances mortales relacionados con picaduras de avispas, ya sean autóctonas, ya sean velutinas, suelen ocurrir en el transcurso de trabajos agrícolas o forestales. Por ello, el Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia (ISSGA) da una serie de recomendaciones para minimizar riesgos.

Antes de empezar

El ISSGA incide en que «cada vez es más habitual la presencia de la avispa asiática» en el monte gallego, algo que piden se tenga en cuenta a la hora de planificar cualquier labor. Así, recomienda que antes de empezar a trabajar se realice un reconocimiento exhaustivo de la parcela en la que se vaya a actuar, revisando árboles, suelo, muros, etc... para comprobar que no existan nidos de velutina. Y recuerdan que puede haber nidificaciones entre los matorrales o las zarzas, difíciles de detectar.

Si se encuentra un nido

Si en esa revisión previa o durante los trabajos se localiza un avispero, el ISSGA recomienda no acercarse a menos de 5 metros de él. Recuerda el instituto que las velutinas solo atacan si se sienten atacadas, por lo que insiste en que no se golpee ni se dañe el nido. Incide especialmente en que no se derriben los árboles que puedan albergar nidificaciones o que puedan caer sobre otros árboles que las tengan. Tampoco se deben desbrozar matorrales o silvas donde haya enjambres.

Además, recomienda señalizar la zona, avisar a los compañeros que trabajen en el lugar (de ser el caso) y llamar al 112 para comunicar la presencia del nido.

En caso de ataque

Si el trabajador se ve atacado por las avispas, el ISSGA indica que lo más adecuado es huir y buscar refugio, ya sea en un vehículo, ya en alguna edificación. En caso de no haber ninguna de esas dos cosas cerca, puede ser útil introducirse entre arbustos o cultivos densos como el maíz.

Durante la huida se debe procurar evitar las picaduras en las áreas más sensibles de la cara, como los ojos. También la parte trasera del cuello, tapándola con las manos o la ropa, ya que señalan que es una zona en la que tienden a picar estos insectos.

Lo que no es recomendable es tratar de espantar o eliminar a las velutinas agitando los brazos, ya que las avispas se ven atraídas por los movimientos bruscos y los ejemplares aplastados «emiten un olor que atrae más velutinas».

Si presenciamos un ataque, el ISSGA recomienda no acercarse a la persona que está siendo picada por las avispas. En lugar de acudir a socorrerlo con nuestras propias manos, lo más adecuado es llamar al 112 para que nos den pautas de actuación y den aviso a los servicios de emergencias.

 En el caso de personas con alergia diagnosticada a las picaduras de avispas o abejas, remarcan la importancia de llevar siempre consigo la medicación necesaria, incluida la adrenalina autoinyectable.