Los empresarios catalanes alertan de la fuga de inversiones y piden diálogo

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Quique García

En un manifiesto conjunto reclaman el final de la violencia para salvar la economía

24 oct 2019 . Actualizado a las 08:45 h.

Salvar la economía. Taponar la previsible pérdida de inversiones y recuperar la confianza, la reputación y la marca internacional de Cataluña, que la violencia tras la sentencia del procés ha malherido. Con ese objetivo, las patronales Fomento del Trabajo y Pimec -representan a más de 600.000 empresas- hicieron público este miércoles un manifiesto común en el que instan a los políticos a aparcar los intereses electoralistas y a buscar una solución para el conflicto que fractura la comunidad. Diálogo, no violencia, reclaman.

El documento, que lleva por título un más que elocuente «A favor del progreso de Cataluña», se gestó a raíz de que el pasado fin de semana -punto álgido de los disturbios- ambas organizaciones, junto con CC.OO. y UGT, llamaran a restablecer «la convivencia y la legalidad».

Aunque durante el acto se recordó, entre aplausos, a los independentistas condenados, para los que el presidente de Pimec, Josep González, confió en que «un día se pueda encontrar una buena solución», lo que preocupa a los empresarios es enterrar la violencia y «preservar la economía y los puestos de trabajo». 

Restablecer la paz social

El manifiesto aboga por la paz social y recuerda que los recientes estallidos violentos en las calles -con Barcelona como zona cero- «han tenido un impacto negativo, que hay que reorientar». «Aún estamos a tiempo de recuperar la normalidad, el prestigio de Cataluña y la legalidad y seguridad jurídica que necesitan nuestras empresas», aseguró el presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, haciendo un llamamiento tanto al Gobierno de España como al de la Generalitat, pero instando en especial a Quim Torra a «liderar» la vuelta a esa normalidad imprescindible para que la economía catalana no se desangre.

Porque aunque la víspera, en un acto organizado por Cecot (otra organización empresarial), Torra denunció la existencia de «una campaña de desinformación» y «falsos relatos», y se jactó de que las cifras de paro o inversión extranjera en Cataluña eran «mejores» que las españolas, Fomento del Trabajo y Pimec pusieron sobre la mesa este miércoles la angustia «generalizada» que padece el tejido empresarial. El tirón de orejas a los políticos fue unánime. Los acusaron de «falta de valentía» y de dejarse guiar por intereses electorales, en lugar de «hacer política de la buena», que exige «respeto mutuo». Les reclaman «ponerse las pilas», advirtiéndoles que, si ellos no encuentran una solución, será la sociedad la que lo haga.

La pelota queda ahora en el tejado de todas las Administraciones públicas, a las que la patronal reclama implicación para no seguir engordando la factura -aún provisional- provocada por la violencia: más de 2,7 millones en mobiliario urbano solo en Barcelona o la cancelación de varios congresos, amén de caídas de la facturación del 50 % en la hostelería y el comercio, y la congelación de inversiones por miedo.