Un Congreso dividido formaliza el proceso de «impeachment» a Donald Trump

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

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Pelosi presidió la primera votación sobre el proceso de «impeachment» en la Cámara de Representantes
Pelosi presidió la primera votación sobre el proceso de «impeachment» en la Cámara de Representantes TOM BRENNER | Reuters

No hubo fisuras y la mayoría demócrata votó a favor frente al no en bloque de los republicanos

01 nov 2019 . Actualizado a las 11:24 h.

Lleva en marcha desde hace un mes, pero la Cámara de Representantes votó ayer por primera vez formalmente sobre la investigación que podría derivar en un juicio político a Donald Trump. Es un voto procedimental, pero ofrece una fotografía clara de la división partidista, dado que los congresistas republicanos votaron en bloque contra una resolución que reglamenta cuáles son los siguientes pasos. Sale adelante con el apoyo de la mayoría demócrata en la Cámara, pero con la oposición de la totalidad de representantes republicanos. No hay fisuras por el momento en la bancada conservadora, aunque los demócratas pueden presumir de unidad, cuando tan solo hace unas semanas el debate sobre un impeachment generaba dudas entre algunos de ellos. Solo dos mostraron su disenso.

Para la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, la votación avala un ejercicio de «defensa de la Constitución». Para el líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, «no solo es un intento de deshacer el resultado de las elecciones sino de influir en las próximas».

Dos relatos antagónicos que solo coinciden en diagnosticar que «la democracia está en juego». Según Pelosi, la investigación trata de garantizar «la separación de poderes». Recordó que Trump ha llegado a asegurar que la Constitución «me da el derecho a hacer lo que quiera». Según McCarthy, pone en riesgo «la integridad de nuestro proceso electoral». El republicano aseguró que es el miedo a perder contra Trump en unas elecciones lo que inspira a los demócratas.

Mientras, Donald Trump se volcaba en Twitter para insistir en que sufre «la mayor caza de brujas de la historia», la Casa Blanca emitía un comunicado en el que calificaba de «injusto, anticonstitucional y fundamentalmente antiamericano» el procedimiento abierto en el Congreso por los demócratas «para destruir al presidente».

Más allá del simbolismo, la votación implica la aprobación por 232 votos a favor y 196 en contra de las reglas por las que se regirá la investigación de aquí en adelante. Tras un mes de testimonios a puerta cerrada, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, coordinador del proceso, podrá abrir al público determinados testimonios. Todos los ciudadanos podrán escuchar de primera mano a los testigos, mientras hasta ahora solo se ha conocido lo que se ha filtrado a la prensa.

Tras un mes de audiencias a puerta cerrada, la Cámara abrirá al público los testimonio A los republicanos y a la Casa Blanca les otorga la capacidad de citar a sus propios testigos y requerir documentos, siempre y cuando obtengan el beneplácito de los demócratas, que tienen la mayoría en la Cámara Baja. A pesar de las quejas republicanas, así ha sido el procedimiento en investigaciones anteriores. Finalizada la etapa de testimonios y recopiladas las evidencias, será el comité judicial el que presente a la totalidad de la cámara los llamados «artículos de impeachment». Es decir, los motivos que justificarían, en su opinión, el inicio de un juicio político contra el presidente. Se votan uno a uno. Los que obtengan una mayoría de votos, serán juzgados en el Senado y podrían acabar con la destitución de Donald Trump.

¿Por qué se investiga a Trump?

El 25 de julio, el presidente mantuvo una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. En el transcurso de la misma, tal y como figura en la transcripción facilitada por la propia Casa Blanca, Trump le solicitó que abriera varias investigaciones. Entre ellas, una por presunta corrupción a Joe Biden y a su hijo, contratado en el 2014 por una empresa gasística ucraniana mientras su padre era el vicepresidente de Barack Obama.

El presidente, por lo tanto, pedía a otro país que investigara a uno de sus posibles rivales en las presidenciales del 2020, algo difícilmente justificable desde la perspectiva del interés nacional. La investigación trata de aclarar si para garantizarse la cooperación de Zelenski, Trump retuvo casi 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania aprobados de forma bipartidista por el Congreso para defenderse de la ocupación rusa en el este del país. Uno de los quid pro quo que el presidente ha negado repetidamente y que se denunciaban en la queja interpuesta por un confidente de la CIA que dio pie a la investigación.