Solo el 2% de los adolescentes es capaz de evaluar de forma crítica la información que encuentra en Internet

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

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Usar dispositivos electrónicos desde pequeño no es sinónimo de experto digital
Usar dispositivos electrónicos desde pequeño no es sinónimo de experto digital

Un macroestudio entre 50.000 estudiantes de catorce años incide otra vez en que usar dispositivos electrónicos desde pequeño no convierte a nadie en experto digital

05 nov 2019 . Actualizado a las 18:35 h.

No hay paliativos: los jóvenes de Occidente son consumidores digitales pero ni expertos, ni creadores ni críticos. Lo dice el Estudio Internacional de Alfabetización Informática e Informática (Icils) de la AIE, que indica que solo el 2% de los estudiantes de 13-14 años es capaz de evaluar críticamente la información que encuentra en Internet.

El estudio se ha realizado por la AIE, la misma organización que promueve los estudios Timss y Pirls de Matemáticas/Ciencias y Lectura en cuarto de primaria. En este caso del uso de las TIC, han participado 46.000 estudiantes y 26.000 maestros de 14 países (o áreas). España no está entre ellas, pero sí hay datos de tres Estados muy cercanos: Portugal, Francia y Estados Unidos, cuyas medias habitualmente coinciden con España. Además de estos países, en Icils participan Luxemburgo, Dinamarca, Finlandia, Westfalia, Alemania, Corea del Sur, Kazajistán, Moscú, Italia, Uruguay y Chile. Por eso, las conclusiones del estudio se pueden trasladar a España, entre otras cosas porque una de las ideas finales es que la diferencia entre países no es tan grande como la diferencia entre los distintos estratos de la sociedad de cada país.

Uno de cada cinco «suspende»

La alfabetización digital supone saber cómo funciona la tecnología y cómo puede ser utilizada, y el estudio divide las habilidades de los jóvenes en cinco niveles: debajo del nivel 1 (se podría traducir por suspenso) está el 18?% de los alumnos, que no saben siquiera cómo funcionan los dispositivos digitales; en el nivel 1 (aprobado) está el 25?%, que maneja el dispositivo de forma básica; en el nivel 2 (nota de bien), se encuentra el grupo mayoritario, un 36?%, que sabe usar los dispositivos, recoger información y gestionarla si tienen supervisión directa; el nivel 3 (lo que se puede entender por notable) lo alcanza el 19?% del alumnado, que demuestra capacidad para trabajar de forma independiente; y finalmente, el top, el sobresaliente, es para el 2?%, que pueden gestionar los ordenadores con criterio técnico, crean contenido digital y saben valorar de forma crítica la información que reciben en la Red. Como comparación, en PISA en España entre el 5 y el 7?% de los estudiantes llega al sobresaliente, a la excelencia (en Singapur es el 25?%).

«El 74?% dice que se les ha enseñado cómo buscar información utilizando las TIC en clase»

El director ejecutivo de la IEA, Dirk Hastedt, valoró positivamente algunos datos del estudio: «La mayoría de los estudiantes informaron haber aprendido sobre cuestiones de alfabetización informática dentro la escuela y el 74?% dice que se les ha enseñado cómo buscar información utilizando las TIC en clase. Es alentador ver que la mayoría de estos estudiantes tienen acceso a software que está relacionado recursos para aprender».

Sin embargo, hay un punto fundamental en el estudio, la brecha socioeconómica. Ocurre lo mismo que se detecta en el PISA con el rendimiento de los estudiantes: importa más el entorno familiar del alumno que el país donde resida o la titularidad del centro al que acude. En Icils, «los estudiantes con mayor nivel socioeconómico y con más dispositivos en casa tienen una información informática significativamente más alta en alfabetización, y aquellos que tienen un padre o madre con una licenciatura sacan hasta 31 puntos a los alumnos sin ese apoyo».

 Estas son las ocho grandes conclusiones del estudio:

  • Nativos, no expertos. Los jóvenes no desarrollan habilidades digitales sofisticadas solo por crecer usando dispositivos digitales; necesitan formación específica en ese terreno.
  • Solo la tecnología en el aula no es suficiente. Relacionada con lo anterior, los alumnos requieren que se les enseñe cómo usar los ordenadores de manera efectiva y los maestros necesitan apoyo en el uso de las TIC.
  • El maestro debe ser usuario TIC. Es más probable que los maestros promuevan la alfabetización informática si son usuarios de las TIC, si tienen una opinión positiva sobre la tecnología y si sienten que su centro tiene un enfoque colaborativo en cuanto al uso de las TIC en clase.
  • Brecha por entorno familiar. Existe una brecha digital relacionada con el entorno socioeconómico, el acceso a dispositivos en el hogar y los años de experiencia en su uso.
  • Diferencia entre clases, no entre países. Las diferencias en alfabetización informática dentro de los países son mayores que las diferencias entre países.
  • Las niñas, mejor que los niños. Las niñas tienden a desempeñarse mejor que los niños en alfabetización informática, pero los niños tienen mejor resultado en pensamiento computacional (cómo los jóvenes dividen los problemas, los analizan, buscan secuencias y crean instrucciones paso a paso para terminar una tarea), aunque la diferencia es poco significativa.
  • Fuera de clase y para el ocio. Los estudiantes usan los dispositivos más fuera del centro escolar que en clase y más por placer que con otros objetivos.
  • La tecnología es buena. En general, los estudiantes y los maestros ven con buenos ojos la tecnología pero no eluden riesgos.