La imposibilidad de formar Gobierno y otra repetición electoral sobrevuelan el 11N

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El ataque de Sánchez a Iglesias demuestra que lo que busca es la abstención del PP, algo que sería un alto riesgo para Casado

06 nov 2019 . Actualizado a las 13:40 h.

Parecía imposible que la situación de bloqueo político empeorara. Pero, lejos de ofrecer salida alguna a ese laberinto, el debate ha agravado la situación y ha evidenciado la enorme dificultad de formar Gobierno. Los partidos disponen de solo 72 horas de campaña para alejar el fantasma de unos terceros comicios.

¿Hay más o menos bloqueo tras el debate?

Más. Hasta ahora se mantenía una dinámica de bloques entre izquierda y derecha. Pero el enfrentamiento total que Pedro Sánchez buscó deliberadamente con Pablo Iglesias durante todo el debate hace muy difícil pensar que Unidas Podemos pudiera dar ahora gratis su apoyo a Sánchez sin exigir un Ejecutivo de coalición que el PSOE rechaza. Con el agravante de que ningún sondeo, excepto el CIS, vaticina que ese pacto fuera suficiente, ni siquiera con Más País y el PNV.

¿Es posible la gran coalición o que el PP facilite la investidura de Pedro Sánchez?

Muy difícil. Pablo Casado cerró durante el debate esa puerta, que ahora mismo aparece casi como la única capaz de desbloquear la situación. Más allá de la evidencia de que el líder popular no puede plantear en plena campaña que facilitará la investidura de Sánchez, la hipótesis es muy improbable. Formar una gran coalición o dejar gobernar al PSOE con su abstención, incluso imponiéndole un programa, supondría para el PP dejar a Vox el liderazgo de la oposición por la derecha. Una operación que sería de altísimo riesgo para el PP en plena efervescencia del partido de Abascal, que superó en el debate tanto a Casado como a Rivera.

¿Cuál fue la estrategia de Sánchez en el debate?

Buscar el centro. Sánchez no quiere en ningún caso un Gobierno de coalición con Unidas Podemos y por eso despreció a Iglesias pese a que este se ofreció constantemente a llegar a un acuerdo «sin reproches». Quiere gobernar en solitario. Su intención, pese al grave error de no descartar un pacto con los independentistas que sería casi imposible, fue moderar su discurso y endurecer el tono ante el desafío en Cataluña para plantear la situación como una emergencia nacional y forzar así al PP a abstenerse para que España pueda tener un Gobierno cuanto antes.

¿Puede Ciudadanos desbloquear la situación?

No. Si los sondeos eran ya catastróficos antes, el debate dio la puntilla a Rivera, que podría perder dos tercios de sus actuales 57 escaños. Aunque se abrió a ello en sus intervenciones, al contrario que tras el 28A ya no sumaría en ningún caso mayoría absoluta junto al PSOE.

¿Tiene la derecha más posibilidades de gobernar tras el debate?

No. La división en el voto de la derecha se ha agravado. El debate fue un formidable escaparate para Abascal, que puede dar a Vox incluso más papeletas de las que predicen los sondeos. Pero eso no se traduce en más escaños para el bloque conservador. No solo se trata de que lo que gane Vox lo pierda el PP, sino también de que la fuerte división del voto puede favorecer al PSOE y restar a la derecha escaños en circunscripciones en las que el PP ya los tenía prácticamente asegurados según todas las encuestas.