El caos se apodera de Bolivia tras la rebelión policial

H. E. SANTIAGO DE CHILE / E. LA VOZ

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La sublevación de la Policía en gran parte de Bolivia desató este viernes la peor crisis en los más de trece años de Evo Morales en el poder
La sublevación de la Policía en gran parte de Bolivia desató este viernes la peor crisis en los más de trece años de Evo Morales en el poder CARLOS GARCIA RAWLINS | Reuters

Los cuerpos policiales se amotinaron en siete de los nueve departamentos del país y el presidente Evo Morales denuncia que es víctima de un golpe de Estado

10 nov 2019 . Actualizado a las 10:15 h.

Máxima tensión  y caos en Bolivia. El presidente Evo Morales dice estar siendo víctima de un golpe de Estado, y ha llamado a sus seguidores a «cuidar pacíficamente la democracia». «Hermanas y hermanos, nuestra democracia está en riesgo por el golpe de Estado que han puesto en marcha grupos violentos, que atentan contra el orden constitucional. Denunciamos ante la comunidad internacional este atentado contra el Estado de derecho», escribió Morales en sus redes sociales, en la noche del viernes.

Horas antes, los policías de siete de los nueve departamentos del país se habían amotinado, después de haber estado en las calles durante días para contener las protestas contra el Gobierno. Ayer se unieron al motín numerosos efectivos de la capital, La Paz, que dejaron de custodiar las dependencias gubernamentales.

Morales negó la posibilidad de sacar al Ejército a la calle para contener las protestas, ante la ausencia de policías. Los militares descartaron también que tengan intención de salir de los cuarteles. «Las Fuerzas Armadas, enmarcadas en la democracia y las leyes, garantizamos la unión entre compatriotas, por lo que ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo, a quien nos debemos», dijo ayer el comandante en Jefe del Ejército, Williams Kaliman.

Estallido de la crisis

La crisis boliviana estalló el pasado 20 de octubre, durante el recuento de las elecciones presidenciales. Los opositores, liderados por Carlos Mesa, denunciaron un «fraude monumental» en un recuento que duró varios días. El resultado final del escrutinio concluyó que Morales había distanciado a Mesa en 10,57 puntos, evitando una segunda vuelta electoral por apenas 0,57 puntos.

Ante las acusaciones de fraude, el presidente pactó con la Organización de Estados Americanos (OEA) una revisión del proceso de recuento, comprometiéndose a respetar el veredicto de la institución supranacional, que será anunciado la próxima semana. Pero la oposición no está de acuerdo con los términos pactados, y pide repetir las elecciones, o la celebración de una segunda vuelta, en medio de protestas generalizadas.

Llamada al diálogo

Morales ofreció ayer diálogo a sus rivales políticos. «Convoco a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales», dijo, excluyendo a las asociaciones civiles que han espoleado las manifestaciones en todo el país. Destaca, entre ellas, el federalista Comité Cívico de Santa Cruz, encabezado por Luis Fernando Camacho, que rompió con Mesa recientemente y ha ganado presencia en el movimiento opositor. Camacho quiere que Morales firme una carta de renuncia, y no acepta unas elecciones en las que pueda concurrir el actual presidente. Santa Cruz, el bastión opositor donde ha operado hasta ahora Camacho -se encontraba ayer en La Paz-, se ha mantenido en huelga durante los últimos 18 días.

La oposición rechazó, en la tarde de ayer, el diálogo convocado por Morales, en un país que afronta una situación de caos generalizado.