El centroderecha austríaco negocia una coalición de gobierno inédita con los Verdes

J. C. Barrena BERLÍN / COLPISA

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LISI NIESNER

El canciller federal, Sebastian Kurz, explora una nueva vía para no reeditar el pacto con la ultraderecha

12 nov 2019 . Actualizado a las 08:57 h.

Austria se prepara para una alianza inédita y novedosa. Seis semanas después de las elecciones legislativas y tras sondear al resto de las formaciones políticas, el presidente del Partido Popular Austríaco (ÖVP) y  canciller federal en funciones Sebastian Kurz, anunció este lunes el comienzo de negociaciones para la formación de una coalición de gobierno con el partido de Los Verdes. Un día antes, los ecologistas habían comunicado también su disposición a iniciar el diálogo con los conservadores. Su anterior coalición, con el extremista y populista FPÖ, fracasó en mayo pasado a causa de un escándalo de corrupción en las filas ultranacionalistas.

Verdes y ÖVP suman una mayoría suficiente de 97 de los 183 diputados en el Parlamento de la república alpina. Ante las grandes diferencias en sus programas y objetivos, ambas formaciones reconocieron que existen enormes obstáculos que superar, sin que puedan darse garantías de un final con acuerdo.

El inicio de negociaciones para formar una coalición «es el comienzo a un proceso sumamente esforzado», señaló el joven líder conservador, quien reconoció que las mayores diferencias se plantean en las áreas de protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, por un lado, y la economía y la política de migración por otro. «Será necesaria mucha creatividad», dijo Kurz, que recibió el respaldo unánime de los líderes regionales de su partido este domingo para iniciar el diálogo con los ecologistas.

Un apoyo similar obtuvo de la dirección de su formación por el presidente de Los Verdes, Werner Kogler, que en los comicios de septiembre no solo consiguió que volvieran a tener representación parlamentaria tras una legislatura sin diputados en la Cámara, sino también un gran éxito electoral al lograr el 13,9 % de los votos.

«Tendemos nuestra mano abierta al ÖVP», dijo Kogler, quien no eludió lo arriesgado de esta tarea, que definió como «una empresa arriesgada» y «labor de pioneros» para llegar a un acuerdo entre las dos formaciones, hasta ahora opuestas y enfrentadas. Sin embargo, se mostró optimista al comentar que «lo que a todos incumbe debe ser resuelto por todos», parafraseando al escritor Friedrich Dürrenmatt.

El líder de los ecologistas subrayó que su formación aspira a cambiar la política de la república alpina. «No es lo mismo que un partido de centroderecha se coaligue con una formación de extrema derecha o con Los Verdes», comentó Kogler en referencia al anterior gobierno del ÖVP con los populistas y ultranacionalistas del FPÖ. Además destacó la importancia que tendría «a nivel europeo si un experimento como este tiene éxito». Una referencia clara a sus vecinos en Alemania, donde todos los sondeos apuntan actualmente también a una futura coalición de gobierno entre los conservadores de la canciller federal, Angela Merkel, y Los Verdes.

Kogler llamó a sus correligionarios a asumir responsabilidad de Estado y hacer concesiones para conseguir una coalición. «En la democracia parlamentaria como la conocemos no se pueden desautorizar los compromisos», afirmó el líder ecologista, quien se mostró dispuestoa mantener una eventual alianza política con los conservadores no solo una legislatura, sino «hasta diez años si fuera posible». Pese a la disposición al consenso de los ecologistas, Kurz dejó abiertas otras alternativas. También para rebajar las exigencias de Los Verdes, el líder conservador señaló que llegado el caso tiene la opción aun de negociar con los populistas, sus socios de gobierno hasta mayo de este año, cuando estalló el llamado ‘caso Ibiza’ de corrupción y abuso de poder que forzó la dimisión del entonces vicecanciller y presidente del FPOE, Heinz-Christian Strache.

El presidente de los conservadores advirtió que «sería demasiado ambicioso» intentar llegar a un acuerdo con Los Verdes en menos de dos meses, como sucedió en el 2017 cuando pactó con los ultranacionalistas, y dejó entrever que no espera resultados efectivos hasta después de las festividades navideñas. Para los observadores políticos, el simple hecho de que ambas formaciones se sienten a negociar es motivo de optimismo y los antecedentes son positivos. En el Estado federado austríaco de Vorarlberg, el más occidental del país, conservadores y ecologistas llevan gobernando ya más de cinco años juntos y en octubre renovaron su compromiso para cinco años más.