Cs implora a Arrimadas que asuma el liderazgo para reflotar el partido

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, durante una visita a Galicia antes de la campaña electoral del 10N
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, durante una visita a Galicia antes de la campaña electoral del 10N ANGEL MANSO

La cúpula de la formación considera que la portavoz parlamentaria es la mejor opción, mientras ella guarda silencio

13 nov 2019 . Actualizado a las 16:43 h.

A rey muerto, rey puesto. O reina, en el caso de Ciudadanos. Porque, aún a medio digerir la renuncia de su fundador, Albert Rivera, la cúpula de la formación naranja ve en Inés Arrimadas la mejor opción para asumir el liderazgo y acometer la tarea de reflotar el partido tras la debacle de estas elecciones. «Sería la sucesora ideal», es el mensaje común.

La portavoz parlamentaria guarda silencio, todo lo contrario que sus compañeros de filas, que, en un goteo incesante desde que Rivera colgara el lunes los guantes, se prodigan en alabanzas a su inmejorable perfil. «Es la única persona que puede liderar a partir de ahora este proyecto político», aseguró Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder de Cs en esa comunidad, para añadir que Arrimadas «representa todos los valores, los principios, la fortaleza y la valentía que tiene esta fuerza política de ser capaz de ocupar un espacio entre la derecha y la izquierda en este país y además defendiendo de la forma que ella sabe hacer la igualdad de todos los españoles». 

Quien más consenso suscita

Hasta el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, que en un primer momento planteó la posibilidad de presentarse también como candidato a presidir el partido, dio este martes marcha atrás. Aseguró que él estaba «muy ocupado» con su cometido en la Comunidad de Madrid y que la exportavoz en el Parlamento catalán era la persona «mejor preparada» para capitanear el reto de la supervivencia de la formación. Reiteró su «predilección y admiración» por ella, «como mujer, como política y como persona», subrayando, además que es la persona «que más consenso puede aglutinar».

Porque precisamente proyectar una imagen de unión y unas directrices políticas estables, que destierren el apodo de «veleta naranja», son las principales urgencias tras el varapalo de las urnas, consecuencia de los bandazos de Rivera en el último año y medio. Así, lo consideró este martes Luis Garicano, responsable del programa económico de la formación, jefe de filas en el Parlamento europeo y uno de los principales críticos con Rivera. «Sería la persona ideal», dijo sobre Arrimadas, ya que aseguraría una «sucesión ordenada».

Dado el consenso que su figura suscita dentro de la organización, una sola candidatura encabezada por la diputada, de la que todo el mundo respeta «su talla y liderazgo», según Garicano, trasladaría un mensaje de unión en Cs. 

Nart, contra el personalismo

La voz del eurodiputado y exmiembro de la formación naranja Javier Nart, sin embargo, rompió el cierre de filas general en torno a Arrimadas. «Volvemos al bucle si pensamos que las personas son la solución», aseveró.

Para Nart, que concurrió a las elecciones europeas con Cs pero que abandonó el partido -sin renunciar a su escaño- tras la negativa de Rivera a levantarle el veto al PSOE después de los comicios de abril, insistió en que «si pensamos que el cambio es de personas, aquí no cambia nada». En una entrevista en RNE, criticó el excesivo personalismo del partido, al que le auguró un «futuro extremadamente incierto», pese a desear que «de corazón, que se recupere».

Sostuvo que precisamente el proyecto fracasó al «articularse como el proyecto de una persona», «sobre todo si la persona no escucha», añadió, apostillando que Albert Rivera «tuvo el síndrome de la Moncloa antes de llegar a la Moncloa».