Sánchez pide a la militancia que apoye el pacto con Iglesias sin referirse a Cataluña

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / ALA VOZ

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Militantes socialistas pidieron a Pedro Sánchez, la misma noche del 10N, que buscase un acuerdo con Podemos
Militantes socialistas pidieron a Pedro Sánchez, la misma noche del 10N, que buscase un acuerdo con Podemos Juanjo Martín

Asegura que el acuerdo suscrito es «imprescindible» para «frenar a la ultraderecha»

17 nov 2019 . Actualizado a las 09:34 h.

«El acuerdo ha sido posible cuando una y otra parte nos hemos convencido plenamente». El líder del PSOE, Pedro Sánchez, justifica así en una carta a los militantes socialistas el giro en su posición desde la negativa a un Ejecutivo de coalición a la firma del preacuerdo de Gobierno con Unidas Podemos. En la misiva, reclama a las bases del partido que aprueben ese pacto con el partido de Pablo Iglesias que considera «imprescindible» porque es «el único capaz de romper el ciclo interminable de elecciones y bloqueos sucesivos» y de hacer frente al «auge de la ultraderecha». En la carta no se refiere en ningún momento a la situación en Cataluña ni al imprescindible apoyo o la abstención de ERC en la investidura para que ese acuerdo de Gobierno salga adelante. 

Consulta a las bases el día 23

La consulta a la militancia para formar cualquier coalición es una exigencia que figura en los estatutos del PSOE. Este lunes, la ejecutiva socialista decidirá cuál es la pregunta que se someterá al criterio de los afiliados el próximo 23 de noviembre. Como argumentos para ganarse el apoyo de la militancia, Sánchez señala que «por quinta vez en seis meses» han sido la fuerza más votada, en referencia a las generales del 28 de abril; las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo y las generales del pasado domingo. Eso demuestra, a su juicio, que el PSOE es «la esperanza progresista para millones de personas» que ven con preocupación «el auge de una ultraderecha fortalecida por unas derechas que se acobardan ante sus mensajes de odio y que se abrazaron a ella en Gobiernos autonómicos y municipales».

Pero la petición de apoyo va más allá de su investidura, en la que necesitará sumar al voto de Unidas Podemos el de otros muchos partidos y la abstención de ERC. Según afirma, «no basta con superar la sesión de investidura», sino que hay que «ensanchar» para que el futuro Gobierno pueda contar con una mayoría sólida durante toda la legislatura. Por eso, apela al resto de fuerzas políticas, especialmente a aquellas que «comparten los valores de progreso» con el PSOE, para que contribuyan a «buscar soluciones donde otros se empeñan en poner obstáculos».

A diferencia de lo que ocurrió en julio, cuando rechazó la entrada de Pablo Iglesias en su Gobierno, Sánchez afirma que «ahora, ambos tenemos las garantías que necesitábamos». Explica que para Unidas Podemos era «crucial participar en el Consejo de Ministros», mientras que para el PSOE «era condición indispensable garantizar un único Gobierno cohesionado, basado en la lealtad y la solidaridad gubernamental», y especialmente en «los asuntos económicos y territoriales capitales». Todos esos objetivos, según su criterio, se han cumplido. 

Advertencia de Lambán

Aunque en la misiva Sánchez no concreta ninguna acción de su futuro Ejecutivo, señala que será «un gobierno progresista, un gobierno socialista, que no se conforma con administrar lo existente» porque tiene «metas mucho más ambiciosas, como mejorar la vida de las mayorías y construir un país más justo y solidario».

El presidente de Aragón, Javier Lambán, uno de los socialistas más críticos con el secesionismo, dijo confiar en que Sánchez atenderá «rigurosamente» a la Constitución y «no se extralimitará ni un milímetro en el cumplimiento de la misma». Lambán aseguró que la prioridad del Gobierno de España en Cataluña deben ser los «cientos de miles de ciudadanos que están absolutamente excluidos del espacio público por unos gobernantes irresponsables, supremacistas, radicales independentistas que utilizan las instituciones para segregar a la población entre los adictos y los no adictos».

Ciudadanos exige al PP que presente una alternativa

Ciudadanos trata de presionar al PP para que abandone su posición de no facilitar en ningún caso la investidura de Pedro Sánchez y presente una propuesta alternativa que unifique a los partidos constitucionalistas. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, pidió al PP que «piense en España» y dé un paso para fomentar un «Gobierno que sea diferente al horror que propone Sánchez», en referencia a la coalición con Unidas Podemos, que necesitaría además el apoyo de los independentistas. Villacís admitió que su partido es «el centro político con menos representación», pero aseguró que son también «los únicos que están proponiendo una alternativa para España». Con la suma de PP, PSOE y Cs, según explicó, es «suficiente» para tener un nuevo Gobierno en el que «la mayoría de españoles se sentiría más representado y mucho más seguro» que con el pacto de Sánchez «con populistas e independentista». El diputado de Ciudadanos Edmundo Bal instó a los socialistas «clásicos, de toda la vida» a que digan a Sánchez que «por ahí no». «El PSOE por ahí va muy mal y eso va a hacer mucho daño a nuestro país», señaló Bal, que insistió en que mantienen la «mano tendida», para pactar con el PSOE y PP con la «mente abierta», «sin condiciones» y con «generosidad».

El PP, sin embargo, no se mueve oficialmente de su posición. El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Montesinos, alertó de que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, está cortejando a los independentistas de ERC y quiere incluir a los separatistas en el acuerdo que ya tiene con Unidas Podemos. Montesinos lamentó que en la carta que Sánchez ha enviado a los militantes del PSOE no haya ninguna referencia a la amenaza separatista, ni a la cohesión territorial y achacó esa circunstancia a «su afán de contentar a Pablo Iglesias y de contentar a los radicales». Frente a ello, advirtió de que el PP va a ejercer de «dique de contención ante los desmanes de Sánchez y sus socios».

Para justificar la negativa de su partido a impulsar cualquier propuesta que haga cambiar de posición al líder del PSOE, los populares recuerdan que cuando se celebró el debate electoral a cinco, el líder del PP, Pablo Casado, le preguntó varias veces a Sánchez si iba a pactar con los partidos independentistas y este miró para abajo y leyó los papeles. «Ahora lo confirma en esa carta que ha mandado a los militantes que ni siquiera menta cuál va a ser su posición al desafío separatista», insistió Montesinos.